Dan y Amy estaban
muy preocupados. Desde la noche anterior Samantha había empeorado, porque ahora
estaba completamente inconsciente. Iván e incluso Danny, habían intentado
entrar en sus pensamientos, pero o no los había, o sus esfuerzos fueron en
vano. Giulian estaba al borde del colapso, se había pasado toda la noche
despierto esperando que amaneciera para ir a buscar a Sam y durante todo el día
estuvo encerrado en la habitación con ella esperando que abriera los ojos.
Salió unas pocas veces, y solo para ver a los niños.
Mael había llegado
en la madrugada sorprendiéndolos a todos, porque había marchado a Noruega solo
un par de días antes y no tenía previsto volver de forma inmediata. Sin
embargo, en cuanto sintió que Sam estaba mal, volvió a toda prisa
-
¡Mael! -- exclamó Iván poniéndose de pie en cuanto lo
vieron entrar
-
¿Qué sucedió? ¿Por
qué la Nena está
así? --
preguntó con ceño ominoso
Iván y Dan se
miraron con cierta consternación y pensando en cómo decírselo, porque darle la
información de por qué Sam estaba como estaba sin explicarle que todo era parte
del trabajo que estaban haciendo, era sentenciar a Giulian. De modo que de la
manera más veloz y sucinta, le dijeron lo que habían estado haciendo y luego lo
que Sam había visto. Él no dijo nada y abandonó el salón rumbo a la habitación
de Sam, y aunque seguía furioso, Iván y Dan podían estar razonablemente seguros
que no mataría a Giulian.
Mael entró e
ignorando a Giulian, se fue derecho hacia la cama y sentándose en el borde la
misma, sujetó una mano de Sam. Pero así como los demás no tenían ni la más
peregrina idea de lo que en realidad estaba sucediendo, Mael supo enseguida que
ella no estaba allí. La consciencia de Sam había abandonado su
cuerpo y estaba muy ocupada en otras cosas. De ahí la razón de que nadie
pudiese acceder a ella.
A Sam le pareció que
despertaba de un sueño. Se encontraba en el salón de la cueva con los señores
de los elementos. ¿Y qué hago aquí?,
se preguntó a sí misma.
-
Estás aquí porque te
mandamos a traer -- le contestó LUGH
Un momento, se dijo, normalmente
es NJÖRD o AEGIR, quienes contestan a lo que estoy pensando.
-
No es tu cuerpo
físico lo que está aquí sino tu energía,
tu consciencia -- dijo FJÖRGYN
Sam miró a todos
lados y luego a sí misma. Lo que vio de su cuerpo parecía una sustancia de
consistencia indefinida como una especie de destello de luz. Una vez que pasó
la sorpresa, volvió a hablar.
-
¿Por qué? -- preguntó
-
Desde que comenzaste
tu entrenamiento, nos dimos cuenta que tus sentimientos son lo único que te
hace débil -- dijo LUGH
-
¿Quieres decir que
tener sentimientos es malo? -- preguntó indignada
-
Por supuesto que
no --
contestó AEGIR -- los
sentimientos son una de las características propias del ser humano.
-
Sin ellos, su
existencia sería indistinguible de la de los demás seres vivos que existen en
tu dimensión -- dijo FJÖRGYN
-
El problema no es
que los tengas, el problema es que no tengas dominio sobre ellos -- agregó LUGH
-
Es de suma importancia
que tu psiquis, domine todo lo demás -- acotó NJÖRD.
-
Para ustedes es
fácil -- dijo Sam
molesta -- ya que
no tienen ese problema.
-
Tienes razón -- acordó LUGH -- los sentimientos y las emociones
pertenecen al plano de la energía pura, como ya te lo dijimos en otra ocasión.
-
Es por eso que hemos
decidido que es momento de que alguien más complete tu preparación -- dijo NJÖRD
-
¿Alguien más? --preguntó
-
Así es – dijo AEGIR señalando a alguien que se
acercaba.
Y literalmente
“alguien”. De todos los seres que había conocido en esta dimensión, éste era el
único que podía decir que tenía el mismo aspecto de un ser humano, solo que su
cuerpo se veía igual que el suyo en este momento.
-
Un elemental del
Éter -- introdujo AEGIR
Cuando el elemental
estuvo lo bastante cerca, le hizo una reverencia y le sonrió.
-
Saludos Heredera de
Myrddhin -- dijo -- Puedes
llamarme Vali, y será para mí un honor servirte. Veo que mi aspecto te causa
desconcierto. Los elementales de Éter podemos adoptar cualquier aspecto a
voluntad. Este me pareció el más apropiado para tratar contigo.
Sam tuvo consciencia
de dos cosas, la primera, que sentía mucha vergüenza por haber demostrado tan
abiertamente su sorpresa sin tener en cuenta que podía parecer grosera, y la
segunda, que aquel elemental le recordaba dolorosamente a su esposo. Era alto,
de cabellos oscuros, ojos claros, que fácilmente podía imaginar azules, y una
sonrisa encantadora.
-
No tienes por qué
sentirte mal, era lógico que sintieras curiosidad. Y si quieres puedo cambiar
mi apariencia si eso te hace sentir incómoda.
-
No -- se apresuró a decir Sam
-- está bien, es solo que me
recuerdas a alguien.
-
Lo sé, es por
eso que si quieres puedo cambiar -- dijo Vali
-
De verdad no es
necesario, lamento haberlo mencionado.
Sam se dio cuenta de
que se habían quedado solos, pues todos los demás se habían marchado y no lo
había notado.
-
Volverán cuando
estés lista -- le informó Vali -- ¿Quieres dar un
paseo? -- y diciendo esto le tendió su mano.
Pero aquel era un
paseo extraño, pensó Sam. No estaban caminando, era como si se estuvieran
apareciendo en diferentes lugares, pero sin la sensación de opresión
característica de la desmaterialización. Después de haber pasado velozmente por
muchos sitios, se encontraban en un espacio vacío.
-
¿Dónde estamos? -- preguntó
-
Pensé que éste era
un lugar que reconocerías -- dijo el
elemental -- Cuando eras pequeña te pasabas horas mirando hacia acá.
-
¿Estamos en el
cielo? -- preguntó extrañada
-
Podríamos decir que
sí.
-
No me lo imaginaba
así
Vali sonrió y a Sam
la asaltaron los recuerdos.
-
Muchas veces se
llega a donde se quiere, pero termina no siendo lo que se esperaba.
Sam pensó que eso se
aplicaba a muchas cosas.
-
En el Universo todo
tiene una razón de ser. La pregunta más común de los seres humanos es ¿Por qué?
Y se la plantean aun conociendo la respuesta.
-
¿Qué significa eso?
– preguntó
Sam
-- ¿Qué las cosas pasan porque tienen que pasar?
-
No exactamente, si
bien todo en el Universo está perfectamente planificado, el cómo se llega a ello es lo que varía. De modo
que sí, las cosas suceden porque deben suceder, pero también suceden porque
ustedes hacen que sucedan. Tienen la libertad de elegir, todo lo que sucede es
consecuencia de un evento anterior. El ser humano ordinario no utiliza todas
sus capacidades; una de las más importantes es la intuición y es la que menos
utilizan. Han perdido la capacidad de percibir, de interpretar señales, suelen
ignorar los avisos de su consciencia superior. Me apena decir que el señor de
mi elemento WREEDHEID, contribuyó en gran medida a este desequilibrio.
-
¿Por qué?
Vali la miró y
sonrió. Sam tradujo rápidamente.
-
¡Estoy preguntando
algo que ya sé! -- dijo Sam -- WREEDHEID era el encargado de que la
relación del ser humano con lo divino se mantuviera. Debido a su perversión es
que hay guerras, desastres y tantas muertes inútiles. Él cambió por odio lo que
debía ser amor, sembró la discordia donde debía haber paz. Es necesario impedir
que vuelva a hacerlo. Así como es necesario que el ser humano vuelva a sentirse
parte del universo, no su dueño ni su esclavo, solo parte integral de él.
Vali volvió a
sonreír
-
No hay ninguna duda
de que perteneces a este plano. Es cierto que tienes gran afinidad con el Fuego, al igual que todos los que llevan tu
sangre, pero es en el Éter donde reside tu esencia.
-
¿Cómo puedes estar
tan seguro? No sé casi nada acerca del Éter.
-
El Éter es la
esencia pura, la partícula primigenia de la creación. Constituye la estructura
básica y el alma del universo. Toda la vida emana de él. Es el plano cósmico de
la voluntad, la intuición, la luz y la energía
-- le dijo -- Eres poderosa y es en este plano donde encontrarás
la fuente de ese poder que te permitirá restablecer el equilibrio natural y
evitar que el Señor de la
Tinieblas , que fue en lo que se convirtió WREEDHEID,
restablezca su reinado. Pero debes estar preparada, es un enemigo poderoso y
peligroso.
Sam escuchaba la voz
profunda de Vali, pero en su cabeza rondaban otras preguntas.
-
¿Pero cómo están tan
seguros que pertenezco a este plano como acabas de decir?
-
Aparte de que exhibes
el conocimiento y las características de aquellos que están relacionados con
este plano, el Dios que dio origen a tu raza y de la que tú eres directamente
descendiente, fue Baldr, y él es un Dios primigenio producto de la luz y la
energía del Éter.
Una vez entendido
ese punto, pasó al siguiente
-
Hay algo que todos
los señores de los elementos me han repetido mucho -- dijo Sam -- Dicen que mis sentimientos son mi debilidad.
¿Cómo podré enfrentar a WREEDHEID, si eso es cierto?
Había dicho aquello
porque aunque no deseara admitirlo, era algo que la preocupaba mucho. Vali la
estuvo observando por un largo rato antes de contestar.
-
Es lo que podríamos llamar una contradicción.
Por una parte pueden constituir una debilidad, pero por la otra son tu mayor
fortaleza. Solo debes dominar la voluntad espiritual y lograrás dominio total
sobre todo lo que te rodea y sobre aquello que está dentro de ti. La luz y la
energía propias de este plano, se manifiestan con fuerza en tu interior. Solo
debes recordar cómo ejecutar tus actos.
Hablar con Vali era
mucho más fácil que con los señores de los elementos, hacía que todo pareciera más
sencillo. Mientras hablaban seguían trasladándose a distintos lugares. En este
momento se encontraban en algo que Sam identificó como un antiguo templo
griego.
-
Tengo la sensación
de haber estado aquí antes -- dijo Sam
-
La respuesta está en
tu interior, déjala salir.
Y Sam recordó. Pudo
sentir el aroma de las flores y la sensación de la hierba bajo sus pies. Solía
caminar descalza por aquel lugar. Era sacerdotisa del templo de… Apolo. Abrió
los ojos y miró a Vali que sonreía.
-
En algunas culturas
se consideraba a Apolo el dios de la luz o del sol, y de la curación. De modo
que no tiene por qué extrañarte que alguna vez le hayas servido, ya que
perteneces al plano de la luz y tienes habilidades para sanar.
-
¿Entonces realmente
estuve aquí?
-
Ya lo has visto. Tu
energía ha viajado a muchos lugares y en muchas épocas. Y si te paseas con
mayor detenimiento por cada una de ellas, encontraras a otras energías que te
han acompañado.
Un pensamiento
asaltó su mente de dos formas diferentes. Kenny. Esto la inquietó muchísimo. Y
el otro estaba relacionado con Mael, pero éste la lleno de paz.
-
Sí, generalmente viajan juntas. Los que hoy
conoces como tus padres, hermanos, amigos muy queridos, hijos o esposo, e
incluso enemigos, en otras épocas intercambiaron roles. Si está en tu entorno,
es porque pertenece a él. A tu familia la escogiste, fue tu decisión antes de
regresar a tu dimensión. Hiciste un primer intento pero las condiciones no
estaban dadas y tenías un pacto con otro y debían venir juntos. Eso que tanto
te preocupa solo tú puedes decidir su desenlace. Ambos siempre han estado
ligados a ti de alguna manera y si no es ahora ya fue o será después. Recuerda,
tú tienes el poder de la elección.
-
Dijiste que
generalmente viajamos juntos, eso significa que en algunas vidas han estado y
en otras no ¿correcto?
-
En la gran mayoría
de los casos, pero de los que ahora están en tu entorno, solo siete están indefectiblemente
unidos a tu energía.
La última frase despertó un recuerdo en la memoria de Sam
y volvió a pensar en Mael y en el día que le había mostrado el recuerdo de su
conversación con el elemental y en ese momento sus ojos se dilataron.
-
¿Eras tú? -- preguntó y Vali sonrió
En el momento que Mael le había mostrado ese recuerdo, si
bien Sam lo había notado, no le prestó mayor atención, pero quien hablaba con
Mael tenía el mismo aspecto físico de ella.
-
Mael es una --
dijo con absoluta seguridad
-- ¿Pero quiénes son las otras?
-- pero Vali guardó silencio
-- ¿Mis padres, Danny y Giulian?
-
No
Sam arrugó el ceño y se concentró. Vali acababa de decir
que no eran ellos, sin embargo, su terca mente seguía empeñada en que tenía que
ser así, al menos en lo tocante a Giulian, Danny y su padre, pero Vali seguía
silencioso. De pronto tres rostros se dibujaron en perfecta sincronía en su
interior y abrió mucho los ojos.
-
¡Elijah y los
gemelos! -- exclamó y Vali sonrió
-
Así es, los cuatro
han estado y siempre estarán contigo porque constituyen un todo indivisble
A Sam le alegró saber aquello y suponía que así como se
había forjado un evidente compromiso entre Mael, Elijah y ella, otra de las
energías tenía que ser la de Giulian que era el padre de los gemelos. De modo
que miró a Vali y este asintió. Pero aun así, le seguían faltando dos. De
manera que siguió registrando su mente y Vali interrumpió su concentración.
-
Hace un momento
dejaste de pensar y buscaste con el sentimiento
quien te dio la respuesta correcta, de modo que estás buscando de manera
incorrecta nuevamente
Sam entendió el razonamiento así que relajo su mente y de
forma casi inmediata obtuvo la primera respuesta con claridad meridiana ¡Iván!
Abrió los ojos y Vali sonreía nuevamente ¡Por supuesto! Se dijo, y no entendió
cómo no lo había pensado, porque ciertamente su relación con Iván siempre había
sido muy especial e incluso y aunque se sentía muy unida y amaba con locura a
su padre, Iván era Iván y eso lo resumía todo. De modo que sintió una enorme calidez
en su interior. Una vez que entendió eso, pensó que aun le faltaba una, pero
aunque volvió a relajarse, no encontró una respuesta y se planteó la
posibilidad de que hubiese un error.
-
No, no lo hay. Lo
que está sucediendo es que estás dejando que viejas heridas que aun no han
sanado del todo, interfieran con el reconocimiento. Es una energía con la que
al igual que con las otras, has compartido y seguirás compartiendo siempre,
pero ha sido una relación conflictiva y como podrás imaginar no siempre en
buenos términos.
Por un momento Sam pensó con horror que se estuviese
refiriendo a Mikael o a Frieg Lery,
quienes en su opinión, era tan malo el uno como el otro. No obstante,
Vali negó y ella siguió buscando hasta que finalmente y con un asombro que la
hizo lanzar una exclamación, pareció dar con la respuesta.
-
¿¡Garlan!? --
casi gritó con incredulidad
-
Así es. En principio
y aunque como ya sabes no todas las energía de tu entorno han estado siempre
contigo, venir una y otra vez con algunas de ellas tiene como fin resolver los
conflictos existentes. Pero en este caso particular, han tenido una relación
muy difícil, de modo que están mucho más obligados a resolverlo porque
permanecerán unidos siempre.
Sam no estaba muy segura de cómo sentirse con respecto a
eso, y que Vali calificara su relación con Garlan de difícil, ella creía que era un término bastante suave teniendo en
cuenta que casi la mata en una oportunidad. Pero desalojó a Garlan de sus
pensamientos, y pensó en otra cosa que también la preocupaba mucho, Giulian y
lo recientemente sucedido.
-
No necesitabas
atormentarte con la duda. Tienes el poder de ver lo que en realidad sucedió.
Pero tampoco necesitabas eso. Solo con mirar a los ojos sabrás quien te miente
y quién no. Te lo repito, tienes el poder del plano donde todo tiene su origen,
solo debes utilizarlo.
Sam se fijó que
habían regresado a la cueva.
-
Sí, hemos llegado al
final del viaje. Nada más puedo enseñarte, todo está en tu interior. De ahora en adelante
ejerce el poder que por derecho te pertenece. Estás lista.
En las anteriores
oportunidades cuando le decían eso, Sam no se sentía en lo absoluto preparada, pero ahora una sensación de confianza la
invadió. Sabía que sus sentimientos eran importantes y que siempre estarían
allí. Seguiría experimentando amor, ternura, compasión, miedos, odios y dudas,
porque seguía siendo un ser humano, pero ahora sabía cómo dominarlos. Todos los
sentimientos negativos eran contrarios a la luz y ella no pertenecía a la
oscuridad. De modo que sabría como expulsarlos. Tenía el poder para hacer todo
eso, ahora lo sabía. Miró a Vali y el sonrió.
-
Estás lista como ya
dije. Ha sido un placer servirte. Si alguna vez me necesitas, allí estaré.
Y con una graciosa
inclinación, desapareció. Los señores de los elementos estaban reunidos
alrededor de la mesa.
-
Ahora sí, tu
entrenamiento está completo – dijo LUGH -- A
partir de este momento estás preparada para utilizar tus poderes con toda su
fuerza. En una semana, medida en el tiempo de tu dimensión, recibirás la visita
de un elemental con una indicación especial.
-
Es hora de que
regreses -- dijo NJÖRD -- Te están esperando.
Sam sintió que se
alejaba. Unos segundos después sintió la suavidad de unas manos que acariciaban
su rostro y abrió los ojos.
-
Hola Cornwall -- dijo mirando a Giulian que abrió los ojos con
asombro -- tienes un aspecto
terrible -- agregó sonriendo
Después que salió de
su asombro, soltó una carcajada y la abrazó.
Giulian estaba que
no cabía en sí de la alegría. Después de dos noches de angustia, Sam había
despertado y además de estar bien, no lo había matado. Y como si eso fuera
poco, tampoco le había reclamado nada. Casi no lo podía creer. Él había
esperado que apenas abriera los ojos, como mínimo le lanzaría todo lo que
pudiera enviar volando hacia él, pasando por los insultos y las lágrimas, pero
nada de eso había ocurrido. Y estaba tan agradecido de que así fuera, que se
había jurado no volver a ocultarle nada, aunque de entrada eso le valiera un
problema.
Apenas unos minutos
después de haber despertado entró Mael, se acercó a la cama y sujetando sus
manos la miró a los ojos por una enorme cantidad de tiempo, en opinión de
Giulian.
-
Todo en orden entonces
-- dijo finalmente
-
Sí, todo en orden
-- le dijo ella sonriendo
-
Me alegro Nena
-- le dio un beso en la frente y
abandonó la habitación
Si a Giulian le
pareció extraño este comportamiento o la escasez de palabras, no dijo nada, ya
había aceptado hacía mucho tiempo que Mael estaría en sus vidas quisiera o no,
porque aparte de ser el padre de Elijah, la relación entre Sam y él estaba
revestida de características que nadie podía entender y sin duda ella lo
adoraba. Pero del mismo modo sabía, que Mael Berserker nunca representaría un
peligro para su relación con Sam.
Un momento después,
Giulina iba a avisar a Dan y a Amy que Sam había despertado, cuando casi es
derribado por Elijah y los gemelos que entraban en carrera. Ninguno de los tres
se molestó en disculparse con Giulian sino que se treparon a la cama, y
mientras los gemelos abrazaban y besaban a su madre, Elijah le sujetó la mano y
la miró en forma muy parecida a como lo acababa de hacer su padre.
-
Me alegra que hayas vuelto mami
-
Y a mí me alegra estar aquí cielo
Una vez que los
chicos abandonaron la habitación, Sam quiso levantarse y darse un baño, de
manera que Giulian la ayudó y luego fue a avisar a los demás. Más tarde y
después que había conversado con su apenado padre quien se empeñaba en asumir
la responsabilidad por lo sucedido, llegó Iván y apenas Sam lo vio corrió hacia
él lanzándose en sus brazos como cuando era pequeña y lo veía llegar.
-
¡Vaya! -- exclamó Iván
-- Hacía mucho tiempo que no era
objeto de este recibimiento ¿Puedo preguntar a qué debo la grata sorpresa?
-
A que te amo muchísimo Iván --
dijo ella y él sonrió
-
También yo te amo linda
-
Estoy muy agradecido por haber cuidado de mis hijos Iván,
pero aun no me sienta muy bien eso de que Samantha te quiera más a ti que a
mí --
dijo Dan con cara de niño malcriado
-
Tienes una suerte extraordinaria Natchzhrer, porque si se
tratase de otro, en este momento estarían recogiendo lo que quedase de los
miserables huesos del infeliz -- dijo Giulian con una cara aun peor que la de
Dan
Por un momento tanto
Sam como Iván pensaron en decir algo, pero finalmente los dejaron por imposibles
y soltaron una alegre carcajada.
Mucho más tarde esa
noche, Giulian salía de la ducha cuando Sam venía entrando a la habitación,
después de acostar a los niños. Le envió una mirada incendiaria, que lo hizo
enrojecer, y Giulian no entendía cómo todavía a estas alturas lograba hacerle
eso.
-
¿Sabes algo Cornwall?
-- preguntó mirándolo con
descaro -- No me extraña que las mujeres corran tras de
ti, porque la verdad es que provoca
tomarte por asalto.
-
¡Sam!
Pero su risa
cristalina lo hizo olvidar cualquier cosa que hubiera querido decir. Cuando
ella posó sus manos en su pecho desnudo, la descarga eléctrica fue como de
costumbre. Bajó sus labios hasta unirlos a los de ella, el mundo comenzó a
girar vertiginosamente, y apenas tuvo consciencia para llevarla hasta la cama.
Cada una de sus caricias dejaba la familiar estela de fuego sobre su piel. Sus
manos se disponían a deshacerse de cualquier barrera que le impidiera acceder a
esa piel sedosa, cuando ella lo empujó. Sorprendido se hizo a un lado solo para
ver aquella sonrisa que hacía perder la razón. Estaba parada al lado de la
cama, y con lentos y deliberados movimientos, se fue quitando cada prenda que
cubría su cuerpo hasta dejar a la vista toda su maravillosa anatomía. Con una
mano comenzó a acariciar la piel de Giulian, pero manteniendo la distancia sin
dejar que la tocara y él estaba a punto de enloquecer.
-
Sam… por piedad…
Y con una sonrisa
maligna, acercó sus labios a los de él. Apenas fue un roce, pero bastó para que
perdiera todo el sentido de la realidad. Si hubiese tenido que decir en algún
momento posterior, qué hizo, no habría podido, solo recordaba haberse sumergido
en la profundidad de sus besos hasta que todo su deseo hizo explosión, para
terminar rendido en sus brazos y pudo finalmente alcanzar el pacífico sueño del
hombre feliz y enamorado.
Unos violentos
golpes en la puerta sacaron a Giulian de su sueño, pero a pesar del escándalo,
Sam seguía profundamente dormida. Se giró con cuidado y con un movimiento de su
mano dirigido hacia la puerta, ésta se
abrió dándole paso a Dan quien entró y cuando iba a mitad de camino se detuvo.
-
¿Qué demonios te sucede Dan? --
preguntó Giulian con la voz tan baja como pudo.
Dan se había
detenido cuando había mirado hacia la cama y el desorden alrededor de esta. Su hija
estaba dormida aún y las sábanas apenas cubrían lo necesario, dejando al
descubierto la mitad de su espalda y la casi totalidad de sus piernas. Giulian
sonrió con vengativa satisfacción.
-
¿Querías algo?
-
Solo decirte que se hacía tarde y que Danny nos está
esperando -- contestó Dan, mirando a
cualquier lado menos hacia donde estaban ellos.
-
¿Te parece que tengo muchas ganas o motivos para salir de la cama?
-
Pero quedamos con Danny…
-
Al demonio con eso. No pienso moverme de aquí.
-
No seas pesado Giulian
y acaba de irte de una vez -- dijo Sam con voz soñolienta, y Dan se ganó una
mirada asesina de parte de Giulian
Sam se había
despertado al escuchar las voces y se estaba dando vuelta cuando la voz de su
padre la detuvo.
-
¡Samantha estoy aquí!
-- le advirtió
Pero su hija ignoró
su advertencia y se volvió abrazando a Giulian. Aún tenía mucho sueño y
pretendía seguir durmiendo.
-
¡Aún sigo aquí!
-- dijo Dan alarmado
-
Ajam -- contestó Sam, mientras Giulian sonreía con
malignidad y la atraía más hacia sí
-
Quizá esto te enseñe a no tratar de derribar mi puerta de
madrugada -- dijo Giulian
Dan salió furioso
dando un portazo. Los Cornwall no consideraron oportuno levantarse hasta cerca
de mediodía y ambos morían de hambre. Después de comer, subieron y pasaron la
tarde jugando con los niños.
La semana comenzó
con su habitual ajetreo, pero se les pasó volando. Ese viernes mientras
desayunaban, Sam les dijo que no iría a Arx porque tenía otra cosa qué hacer.
Sabía que no les gustaría, pero había dado su palabra y tenía intenciones de
cumplirla. De modo que se los dijo.
-
Hoy pienso ir a Fangelsi
Amy se llevó las
manos al pecho. Dan dejó su cubierto a medio camino entre el plato y su boca.
Elar la miró con curiosidad, Iván no necesitó molestarse en averiguar porque estaba
seguro de las razones, mientras que Giulian escupía lo que estaba tomando
porque casi se ahoga.
-
¿Fangelsi? --
preguntó Amy
-
¿A qué? -- fue la pregunta de Dan
-
Le prometí a Estefanía Lery que iría a hablar con Frieg.
-
¡SAMANTHA CORNWALL!
-- gritó Giulian poniéndose de
pie --
¿Has perdido el juicio?
-
Siéntate y no me grites Giulian. Ya he dicho que le di mi
palabra a Estefanía de que lo haría.
-
Al demonio con Estefanía o con cualquier Lery…
Dos cosas hicieron a Giulian guardar inmediato silencio.
La primera y quizá la más peligrosa, la repentina y amenazante aparición de
Elijah justo encima de la mesa y frente a él. Y la segunda, la voz de su mujer.
-
Giulian, he dicho
que iría y lo haré -- dijo ella, y luego miró a su hijo --
Vuelve arriba cielo, todo está bien
-
Sí mamá -- dijo el niño y se marchó
Giulian se preguntó
por milésima vez, por qué de todas las mujeres que había conocido, tenía que ir
a enamorarse de la más terca y testaruda de todas. Suspiró con resignación
porque sabía que al final terminaría haciendo lo que ella dijera.
-
Partiré después de desayunar --
anunció
-
Partiremos, querrás decir
-- dijo Giulian de malos modos.
-
No estoy pidiendo compañía.
-
Ya lo sé. Pero lo tienes claro si supones que voy a dejar
que vayas sola, a ver a ese infeliz.
Sam sonrió y llegó a
la conclusión de que no valía la pena discutir. Llegaron a la prisión y
pidieron hablar con Lery. Frieg no pudo demostrar mayor sorpresa al ver quien
era su visitante, así como tampoco su disgusto cuando vio quién venía con ella.
-
¿Qué haces aquí Douglas?
-- preguntó
-
Cornwall, si no te importa --
dijo Giulian con acidez
-
De modo que al final te quedaste con el trofeo, Cornwall.
Aquí uno no se entera de nada -- dijo
con desagrado -- La verdad no sé si
felicitarte o compadecerte.
-
Cretino infeliz…
-- dijo con ira caminando hacia
él con intenciones muy claras
-
¡Giulian! -- dijo Sam y él se detuvo -- Frieg
estoy aquí porque se lo prometí a tu madre.
-
¿Qué?
Sam le contó todo lo
que había pasado con Estefanía mientras él estaba allí encerrado. El rostro de
Frieg había mostrado diversas emociones mientras escuchaba el relato, y cuando
finalizó, su expresión era de un odio intenso, pero Sam dedujo correctamente
que esta vez ese odio no estaba dirigido a ella.
-
Lo siento Frieg. Sé que tu madre no me quería ni yo a
ella, pero nadie se merece lo que ella tuvo que vivir --
terminó -- Ya cumplí mi promesa. Ahora debo irme.
Cuando ya salían, Frieg
la detuvo.
-
Samantha… -- la llamó y ella volvió la cabeza -- Gracias.
-
Adiós Frieg.
-
Adiós Samantha.
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