Ese día amaneció lluvioso, lo que menos tenía ganas de
hacer Sam era salir de la cama. De modo que se pegó más al cuerpo de Giulian en
busca de calor. Él sonrió y pensó que con todo gusto se quedaría todo el día
metido en la cama con ella, y se le ocurrieron una cuantas ideas de cómo
aprovechar ese tiempo.
-
Estoy de acuerdo
contigo, pero no podemos mi amor,
llegaremos tarde
-
¿Disculpa? --
preguntó Giulian sorprendido, porque entre otras cosas pensaba que ella
seguía dormida -- ¿Cómo sabes…
Sam se tensó y abrió los ojos. ¿Qué estaba haciendo?
Giulian la miraba con extrañeza, pero no decidía que pensar. De pronto sonrió y
se dio cuenta que había por lo menos un
par de razones, para que ella supiera lo que él estaba pensando. La primera
que lo conocía bastante bien y sabía cuáles eran sus debilidades y ella estaba
a la cabeza de estas. Y la segunda era muy física y fácilmente detectable.
Sam que estaba viendo
todo lo que pasaba por la mente de Giulian, se sintió agradecida de tener una
explicación, de modo que rió y así se lo dijo.
-
Cornwall, eres demasiado evidente
Él rió y la abrazó con más fuerza, pero enseguida se
levantaron para alistarse. Cuando bajaron a desayunar ya sus padres, Iván y
Elar, los estaban esperando. Mientras comían Sam pensó que tenía que contarle a
su padre la experiencia de la noche anterior y en ese momento Dan levantó una
sorprendida mirada hacia ella. Sam se
sorprendió mucho más, ¿acaso había trasladado su pensamiento al de su padre,
igual que hacía con Danny? Se concentró y pudo ver que su padre estaba
preguntándose por qué le parecía que Sam quería decirle algo, y haciéndose el
propósito de preguntarle. Ella sonrió y lo miró: No te asustes papá es una nueva habilidad. Te cuento más tarde.
Esperaba que su padre se lo tomara con calma, y afortunadamente Dan era un
Arzhaelí bien entrenado. Sam giró la vista hacia Iván y éste le sonreía, en su
caso no era nada sorprendente, porque casi del mismo modo que ella se había
comunicado siempre con Danny, con Mael y con Gail, podía hacerlo con Iván en
muchas ocasiones.
Después de desayunar y antes de partir, Sam subió a la
habitación de Mael, se sentó en la cama y miró hacia la veladora. Allí había
varios portarretratos, en uno estaban los padres de Mael, en otro estaban todos
ellos cuando iban a tercer curso en Develieng, en otro estaban Mael y ella con
Elijah en brazos, y en el que estaba delante de todos, aparecía ella sola.
Sintió un enorme dolor en el corazón y se preguntó cómo había sucedido aquello
sin que ella se diese cuenta. Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas,
pero tuvo que esconderlas muy de prisa cuando escuchó que se abría la puerta, y
apenas un momento después Elijah estaba frente a ella.
-
¿Cielo, qué haces
aquí? --
le preguntó intentando fingir normalidad
-
Vengo todos los
días mami, aquí siento como si estuviera con papá -- le
contestó
El ya muy apretado nudo que sentía Sam en la garganta
se volvió tan grueso que sentía que le costaba respirar. Abrazó a su hijo y
luego de unos segundos, el chico se separó y la miró.
-
No estés triste
mami, papá te quiere mucho y solo es feliz si tú lo eres
Aquellas palabras dichas con una sencillez aplastante,
solo sirvieron para acrecentar el dolor y la culpa. Sam se preguntó dónde
estaba la justicia, dónde la equidad, porque Mael era una de las personas más
humanas, más bondadosas, comprensivas y amorosas que había conocido, y no se
merecía un destino como aquel.
Como era su costumbre, después que Elijah dijo
aquello, besó a su madre y abandonó la habitación sin decir nada más y Sam se
hundió en una tristeza sin nombre y fue sacudida por un llanto convulsivo que
le impidió escuchar que la puerta se abría de nuevo, esta vez para darle paso a
un muy abatido Iván, que sin decir nada la tomó en sus brazos y acarició sus
cabellos. Pensó en Mael y lo terrible que iba a resultarle saber que su secreto
había sido descubierto por la persona a quien mayor esfuerzo había hecho por
ocultárselo. Después de unos minutos se separó y secó el rostro de Sam.
-
¿Cómo pudo
suceder Iván?
-
Como siempre
suceden estas cosas linda. No te culpes, no son nuestra responsabilidad los
sentimientos de los demás y te aseguro que lo último que querría Mael, es verte
así por él, eso destrozaría su corazón.
-
¿Destrozaría su
corazón? ¡Iván, por mi culpa lo tiene hecho pedazos! --
exclamó ella
-
No linda,
entiende que esto no es tu culpa, no escogemos de quién nos enamoramos.
Simplemente sucedió y no habrías podido hacer nada para evitarlo.
-
¿Y qué puedo
hacer?
-
Nada, lo único
que podrías hacer es lo único nunca harás, porque tu amas a Giulian y Mael lo
sabe, no agregues más dolor demostrándole conmiseración, no es tu lastima lo
que se merece. Síguele dando el único amor que puedes sentir por él, y con ello
al menos le estarás proporcionando la tranquilidad de saberte feliz, porque
sabemos que es tan poco egoísta que tu felicidad está por encima de todo para
él.
Sam no estaba ni cerca de estar serena, pero cuando
Iván notó que Giulian la buscaba porque tenían que marcharse ya, colocó sus
manos alrededor de la cabeza de la chica.
-
¿Me
permites? -- y ella asintió
Después de eso se tranquilizó y pudieron abandonar la
habitación, pero si bien Iván había logrado estabilizar sus emociones, el dolor
seguía allí y no se iba a marchar.
Danny había despertado desusadamente temprano. Miró a
Diandra que dormía tranquilamente a su lado y sonrió. Amaba a aquella criatura
malhumorada más de lo que nadie se pudiera imaginar. Se inclinó para darle un
beso y ella abrió los ojos. A continuación le dio un buenos días, que le quitó
todo deseo de salir de la cama.
Mucho más tarde mientras se duchaba, pensó en Sam y
decidió averiguar. ¿Cómo te fue anoche?
Y esperó. Pongámoslo de esta forma. Dreo
está muy pequeño para andar volando en una Glide. Danny se sorprendió
recordando el sueño que había tenido, de estar en una carrera con su hijo
mayor. ¿QUE? Gritó sorprendido. No me grites, más tarde te cuento.
Apenas llegaron a Arx, Danny y Gail a quien ya el
primero había hecho partícipe de lo que Sam le había dicho, se fueron derechos a
hablar con ella, pero tuvieron que contener su curiosidad porque estaban
rodeados de personas, entre ellos Giulian y no estaban seguros de la reacción
de éste. Pero ninguno de los dos se caracterizaba por su paciencia, de modo que
dejaron a Giulian a un lado, la tomaron por los brazos y se alejaron.
-
¿Qué fue
eso? --
preguntó Danny y Gail la miraba también con intriga
-
Tengan paciencia,
ahorita no puedo contarles nada porque ya vamos a empezar las prácticas. Además
no quiero contarlo tres veces, como hice ayer. Esta vez voy a hablar con papá,
Iván y con ustedes al mismo tiempo ¿De acuerdo?
-
¿Tres veces? --
preguntó Gail
-
Sí, cuando llegué
a casa se lo conté a Giulian.
-
Hermanita, tienes
valor --
dijo Gail
-
¿Cómo se lo
tomó? --
preguntó Danny
-
A decir verdad
bastante bien. Pudo haber sido peor. Aún piensa que papá es el responsable de
esto, pero no ha dicho ni hecho nada al respecto.
Tuvieron que dejar de hablar, porque ya había sonado
el silbato. Las prácticas de ese día las dirigían Iván, Giulian, Garlan y Dan. Amy,
Armel, Waleska y Philip, estaban con otro grupo en prácticas de campo. Mael,
Alaric y Jonathan estaban fuera, Daira estaba de permiso por su avanzado
estado, y Delos y Dorila no ejercían como instructores. Ese día les tocaba
prácticas de duelo y Sam gimió internamente cuando vio que Giulian colocaba a
Paul con Danny, porque había visto con toda claridad los pensamientos de su
marido: Maldito Infeliz. De modo que
no le quedaron dudas de que seguía teniéndole mala voluntad al pobre chico y
por eso lo iba a enfrentar a Danny. Sam pensó en alguna manera de evitar
aquello, porque Danny, quien tampoco le profesaba especial simpatía a Paul, lo
haría trizas.
Después que Giulian había organizado a las parejas.
Sam notó que su compañero la miraba con franco terror, pero obvió eso y decidió
que era el momento de advertir a Danny.
-
Danny, Giulian lo ha hecho a propósito para que lo
hagas puré, por favor se delicado --
Pero su hermano sonrió con malignidad.
-
No lo creo hermanita, el que muerde más de lo que
puede tragar, se arriesga a ahogarse.
Sam sabía que su hermano podía poner a Paul fuera de
combate con dos o tres movimientos y sin causarle mayor daño, pero del mismo modo
estaba segura de que no lo haría. Giulian no había podido escoger mejor aliado.
Sonó el silbato y Sam, notó que el chico que le tocaba
enfrentarse a ella, había duplicado su terror.
Serenó su mente y lo dejó atacar. Pero su recorrido a través del área
fue tan veloz, que todo lo que lograron ver
fueron sucesivas apariciones en distintos puntos, que no dieron al chico
oportunidad para un segundo ataque. En la última aparición se materializó
frente a su oponente
-
¡AFVAEBNE! -- lanzó desarmándolo y
enviándolo varios metros lejos de sí. El chico no tuvo oportunidad de
desaparecerse ni una sola vez, todo había ocurrido tan súbitamente, que aún
todos se preguntaban qué había pasado.
Aderyn despachó a su contrincante rápidamente también.
Gail se tardó un poco más, pero igual lo consiguió. Ellos eran las tres parejas
que habían abierto el duelo, y ahora le tocaba a tres parejas más, entre los
que estaban Danny y Paul. Sam concentró su atención en Danny y vio como su
hermano se preparaba para divertirse.
Sonó el silbato y Danny dejó que Paul lanzara el
primer ataque, pero antes de que este llegara, ya Danny se había desaparecido y
apareció a un costado lanzándole el
primer latigazo que le cruzó el rostro al muchacho. Cuando se repuso, Paul
volvió a atacar, pero con el mismo resultado, Danny apareció casi a un brazo
del chico, que no desapareció con suficiente rapidez.
-
¡LEKKIO! -- lanzó Danny y Paul comenzó a
sangrar profusamente por la nariz
Danny tenía una sonrisa de satisfacción y Sam pensó
que ya era demasiado
-
¡DIWEDD SILLAFU!
-- lanzó Sam en forma silenciosa deteniendo el sangrado
Sin embargo, aquello no había terminado. Paul volvió a
atacar a Danny, pero no había caso, su hermano era demasiado rápido para él, y
ahora lo atacó haciendo que el rostro de Paul se llenase de feas ronchas. No
obstante, Paul demostró más valor del que seguramente Giulian y Danny esperaban
en su inmensa arrogancia, porque el chico intentó atacar a Danny de nuevo
aunque sin resultados, y como Danny no parecía dispuesto a mostrarse
misericordioso atacó de nuevo.
-
¡BEWEGEN! --
Paul empezó a botar por toda el área como si fuese una pelota, y Sam se
enfureció
-
¡Danny basta, detente YA!
Aparentemente Danny consideró más prudente no provocar
la ira de su hermana y con un Avväpna, desarmó a Paul, y se dio por finalizado el
enfrentamiento. Paul caminó hacia las gradas y se aplicó los conjuros para que
su rostro recuperase la normalidad.
Después del combate, Sam dirigió su furia en contra de
Giulian y su hermano, pero aunque el uno fuese su hermano y el otro su marido,
ella seguía siendo una Arzhaelí y no podía moverse de su lugar hasta que la
actividad finalizase. De modo que tuvo que esperar un rato muy largo, ya que
ellos habían sido los primeros y faltaba casi todo el escuadrón. Sin embargo,
una vez que la actividad finalizó, caminó con decisión arrastrando a Danny por
un brazo, hacia donde estaba Giulian en compañía de Dan, Iván y Garlan. Se
acercó a ellos mientras Giulian y Dan reían, pero las sonrisas se borraron
velozmente en cuanto la vieron acercarse.
-
No lo puedo
creer --- dijo con ira contenida --
¿cómo puedes comportarte así?
En cuanto Sam soltó a Danny y éste al ver que la furia
de su hermana se concentraba en Giulian, decidió huir antes de que ésta
cambiase de dirección.
-
¡NO te muevas! --
le ordenó Sam
Y como si le hubieran lanzado un conjuro paralizante,
Danny se quedó clavado en el piso. Ya todos los demás se habían acercado y
aunque Sam vio que a Giulian no le hacía ninguna gracia ser blanco de su
afilada lengua en medio de todos, lo ignoró olímpicamente.
-
¡Eres un inmaduro
Giulian Cornwall!
-
¿Hasta ahora te
das cuenta Niña? -- preguntó Garlan con sorna
-
¡Cállate
McEwan! -- exclamó ella ignorando el hecho de que
estaban en Arx y que él seguía siendo su superior, y él estaba tan sorprendido
porque ella nunca se había dirigido a él en esos términos, que guardó prudente
silencio mientras ella seguía descargando a Giulian --
Estoy muy decepcionada de tu comportamiento. Creí tontamente que ya esto
había quedado solucionado, pero no, tú tenías que tomarte tu mezquina venganza
¿verdad?
-
¿Lo estas
defendiendo? -- se atrevió a preguntar
Giulian
Dan e Iván pensaron que su amigo estaba desafiando
neciamente su suerte. Gail y Garlan estaban positivamente seguros que Sam iba a
sacudirlo de forma más violenta, mientras que Danny estaba rogando porque su
hermana perdiese súbitamente la memoria.
-
Es un Kriger y
debe estar preparado para… -- estaba diciendo Giulian, pero calló
súbitamente al ver el peligroso brillo asesino de los ojos de su mujer.
-
Y tú --
dijo ella dirigiéndose a su hermano
-- eres el mayor de los imbéciles
al prestarte para esto.
Al instante siguiente había desaparecido de la vista de todos y Danny
consideró que dadas las circunstancias, le había ido muy bien.
-
Pero… --
dijo Gail -- ¿dónde está?
Giulian pensó en un sinfín de posibles respuestas a
esa pregunta, pero no se decidió por
ninguna, y luego miró a Danny con consternación.
-
Creo que
ahora si están metidos en buen lío --
dijo Iván
-
Lo raro sería que
no fuese así -- dijo a su vez Dan
-
¿Qué hiciste
ahora Cornwall? -- preguntó Garlan
-
Lo siento
Danny --
dijo Giulian sin prestarle atención a ninguno -- no
debí meterte en esto.
-
Olvídalo --
contestó el chico -- tú no me dijiste que hiciera nada, yo me metí
solo en esto porque aún no he olvidado cómo la perseguía ese idiota.
-
Pero ambos
sabemos y ella lo sabe, que si te escogí a ti fue porque sabía lo que harías.
-
Bueno --
dijo Danny con resignación
-- si pretendo que vuelva a
hablarme algún día, será mejor que comience por disculparme con el infeliz
ese --
y se marchó a alcanzar a Paul, mientras todos los demás miraban a
Giulian
-
Yo no pienso disculparme con nadie -- dijo con terquedad
Dan e Iván suspiraron y se prepararon para la batalla
que tendría lugar en casa. Gail y Aderyn se plantearon no ir a Averdeen por unos días, aunque como Gail
moría por saber lo que Sam iba a contarles, decidió que iría igual aquella
noche, en todo caso ella estaba molesta con Danny y no con él, por fortuna en
aquella oportunidad él era inocente. Mientras que Garlan sonreía en forma
maligna imaginando cómo iba a irle al cretino de Giulian.
Durante la cena, Sam se mostró extraordinariamente
serena, escuchó las disculpas de Danny y su narración de cómo había ido a
disculparse con Paul.
-
Me parece que has
actuado sensatamente, me alegro -- y le sonrió a su hermano.
Sin embargo, durante toda la velada no se dirigió, ni
miró a Giulian para nada. Los intentos que él hizo de dirigirse a ella, fueron
decididamente ignorados. Poco antes de que los chicos se despidieran, Sam les
pidió a sus hermanos a Dan y a Iván hablar con ellos a solas. Los demás se extrañaron, pero pensaron que lo hacía solo
para molestar a Giulian y de hecho lo consiguió. Subieron a la antigua
habitación de Danny y allí les narró su última noche. Igual de impresionados
que la vez anterior, solo le dijeron que esperaban que todo aquello terminara
bien.
Todos se marcharon a sus casas y cuando Giulian subió
a su habitación, Sam no estaba en ella. Esperó y esperó y cuando ya no aguantó
más, salió a buscarla, pero no estaba en toda la casa. Ya muy preocupado tocó
la puerta de la habitación de Dan.
-
¿Sabes dónde
está? --
preguntó con evidente preocupación.
-
No --
dijo Dan suspirando -- pero Giulian, estoy seguro de que está bien y
de que está aquí. Solo está molesta, deja que se le pase.
Giulian le dio las buenas noches y se fue a su
habitación. Pero estaba muy lejos de estar tranquilo.
Sam había regresado a la antigua habitación de su
hermano, después que estos se fueron, se acostó en la cama, deseó que Giulian no pudiera encontrarla,
y se quedó dormida. Cuando Liminiades la despertó ya estaba preparada y no hubo
sobresalto. Siguió a la esfera de luz, saludó a los otros elementales y
atravesó el arco.
En esta ocasión el paisaje era el que Sam, menos
hubiera creído probable. Parecía una ciudad sumergida. Sin embargo, no le daba
la impresión de estar moviéndose en el agua. Podía identificar, flores y
césped, pero igualmente parecían estar constituidos de agua.
-
Bienvenida a mis dominios -- dijo Sealkie
Pero algo había cambiado y su aspecto no era el mismo.
Ya no era como una pequeña gota de agua, ahora tenía algo que se parecía mucho
a un cuerpo. Seguía pareciendo, como todo ahí, estar constituido por líquido,
pero al mismo tiempo lo percibía más sólido.
-
El elemento Agua, al que represento, es el que está
conectado con lo energético, es decir con la energía vital que lo mueve todo,
por tanto, en este plano es donde se encuentran los cuerpos más densos de los
elementales y donde realizamos todas nuestras actividades. La energía es una
fuerza constante y continua, no desaparece, solo se transforma. Todo lo que ves
es energía, los cuerpos más densos y por tanto más tangibles, también son
energía. Mientras menos velocidad más densidad, mientras más velocidad menos tangible.
A Sam se le ocurrió algo.
-
Si todo es
energía, entonces sí puede desaparecer
-- dijo --
porque todo lo que tiene vida, eventualmente muere y desaparece.
-
Estás pensando con tu consciencia física. ¿Piensas que
has desaparecido alguna vez?
-
Bueno…aún no he
muerto ¿no?
-
En tu dimensión has muerto muchas veces. ¿Acaso has
olvidado lo que viste, en tu entrenamiento con Aine? Has vivido muchas veces en
tu dimensión
-
No creo estar
entendiéndote -- dijo confundida
-
Es sencillo, como ya sabes y espero tengas claro, todo
es energía. Cuando en tu dimensión se produce un nacimiento, es simplemente una
porción de energía que se desacelera y se vuelve materia, cuando llega el
momento de lo que en tu mundo llaman muerte, lo único que sucede es que esa
energía se acelera nuevamente y vuelve a un plano superior, hasta que decida o
le corresponda desacelerarse de nuevo. De modo que el nacimiento y la muerte,
son desaceleración y aceleración de la energía.
Ahora sí, lo comprendió.
-
Me complace mucho decir, que en este plano no tienes
mucho que aprender, tu consciencia cósmica te ha proveído del conocimiento
ancestral del manejo de la energía, solo lo habías olvidado. Tienes la
capacidad de serenar tu espíritu, aún en situaciones muy difíciles.
Sam tuvo que estar en desacuerdo con él.
-
No creo que eso
sea del todo cierto Sealkie. Tengo
muy mal genio y no siempre puedo controlarlo.
-
Sigues viendo lo que quieres ver. Es un vicio propio de tu dimensión, lo perderás con
el tiempo. Por lo pronto voy a citarte algunos ejemplos de lo que te estoy
diciendo, con hechos recientes. Relaja tu mente y deja que lleguen a ella los
momentos en que has podido serenarte y enfrentar alguna situación difícil.
Sam obedeció. Relajó su mente y respiró siguiendo el
ritmo natural. Se vio esa misma mañana cuando estaba furiosa con Danny y
Giulian e inmediatamente, serenarse para enfrentar a su oponente en el duelo.
Se vio en la Mansión Lery, desesperada y angustiada, pero un poco después,
sosegada mientras recibía a su sobrino. Se vio al lado de Danny, sintiendo
miedo y angustia por sus amigos, y luego saliendo tranquilamente de detrás de
todos los Arzhaelíes que se habían formado para defenderlos, y enfrentarse con
serenidad a Bastian.
-
¿Es
suficiente? -- preguntó Sealkie
Ya había comprendido su punto.
-
Lo que estás
tratando de decirme es que aunque esté asustada o furiosa, puedo tranquilizarme
con facilidad ¿no?
-
Se necesita mucho valor y habilidad para conseguir la serenidad de espíritu en un
momento de gran peligro, o cuando cualquier sentimiento violento ataca la
psiquis. Y es algo que tú posees en grandes cantidades, al igual que aquellos
que llevan tu sangre.
Sam no creía tener grandes dosis de valor, solo se
había visto envuelta en situaciones peligrosas, pero de haber podido evitarlas,
lo habría hecho.
-
El valor no es no tener miedo, si no ser capaces de
enfrentar ese miedo y vencerlo. Ahora que sabes todo esto, lo que necesitas es
aprender a equilibrar tu energía. Te resultará sumamente sencillo, porque ya
has aprendido a relajarte y a hacer silencio en tu mente. Cuando te sientas
cansada, sufras algún dolor, o tengas una herida, has silencio en tu interior y
conéctate con los planos superiores a los que ahora tienes acceso, y sentirás
como la fuerza de los elementos equilibra todo aquello que necesita ser
equilibrado o restaurado.
Sam escuchó todo aquello en silencio, pensando en la
cantidad de beneficios que tendría para la humanidad manejar esa información.
-
La mayoría de los humanos solo ven lo que quieren ver
y solo aquello en lo que creen. Y como tú vives en una dimensión de seres
humanos, donde todo tiene una alta densidad, necesitas aplicar tu poder de la
misma forma. Eres hábil en lanzar hechizos, conjuros y encantamientos, pero
¿sabes lo que son?
Sam guardó silencio. Pensó que cualquier cosa que
creyera saber acerca de eso, sería inadecuado.
-
Lo que sabes, lo sabes desde la consciencia de tu
dimensión. Los hechizos y todos sus parientes, no son más que la expresión
física de una energía emitida. Cuando lanzas un hechizo, primero lo creas en tu
psiquis y luego expulsas esa energía creando un reflejo de lo que pensaste.
Mientras vibres en esta dimensión no los necesitaras, la materia aparecerá y
desaparecerá a tu voluntad, podrás penetrar las mentes y modificar los pensamientos,
sin necesidad de ningún conjuro. Pero en tu dimensión siguen siendo necesarios,
no los sencillos y de uso diarios, sino los poderosos. El de mi elemento es
VAND. Con el podrás dominar las grandes masas de agua, producir lluvia,
cambiar las corrientes de los ríos, crear olas y cualquier cosa que desees
hacer con el elemento agua. Acompáñame.
Sam lo siguió y atravesaron el arco. Estaban de nuevo
en su dimensión, en una playa más concretamente.
-
Lo primero que harás será caminar por el Camino de Plata.
-
¿Camino de Plata?
¿Qué es eso? ¿Dónde está?
-
El Camino de Plata, es la reflexión de la luz lunar
sobre el mar en calma.
-
Aguarda,
aguarda -- dijo -- ¿pretendes que camine sobre el agua?
-
Recuerda que solo es energía en un estado diferente.
Deshazte de las barreras de tu dimensión, acelera la velocidad de tu energía
hasta hacerla menos densa que la materia que vas a cruzar.
Sam pensó, de acuerdo,
tú puedes hacer esto. Se relajó y se vio caminando por el sendero que le
había indicado Sealkie, y para su sorpresa, no se hundió.
-
Muy bien, te dije que era posible. Ahora acompáñame,
vamos a probar tu dominio del elemento.
Caminaron nuevamente hacia el centro de la extensión
de agua.
-
Intenta que las aguas se agiten -- dijo Sealkie
Eso no le gustaba mucho a Sam, sobre todo teniendo en
cuenta que estaba parada sobre esas aguas. Pero obedeció a Sealkie. Levantó su mano y con ese movimiento se levantó una ola.
-
Bien, te obedece. Ahora te atacaré y tendrás que
defenderte.
Desde luego para esto no estaba preparada. Sin
embargo, reaccionó por instinto y detuvo la ola que se le venía encima. Pero el
elemental ya estaba levantando no una, sino muchas más. Sam se relajó, cerró
los ojos y se concentró en percibir las distintas direcciones de los ataques, y
con movimientos precisos los desvió. Cuando abrió los ojos, consideró que había
cometido un error. Las aguas estaban embravecidas.
-
Concentra y expulsa tu energía -- escuchó
Y así lo hizo. Sintió la energía correr a mucha
velocidad por su cuerpo, y la expulsó con fuerza.
-
VAND
Las aguas se calmaron al instante. Cuando miró a Sealkie, éste estaba sonriendo.
-
Haz detenido un maremoto, y en un solo intento, eso no
me lo esperaba. Estás lista para presentarte ante el señor del Agua.
Muy contenta, Sam lo siguió. Cuando atravesaron el
arco, vio otro asiento como los de los anteriores señores de los elementos,
pero la figura que se sentaba en él, era la primera a la que podía atribuirle
características humanas, de no haber sido por que su cuerpo parecía líquido,
todo lo demás era definitivamente humano. Lo que más llamó la atención de Sam
fue el color de sus ojos, parecían relucientes joyas de tonalidad cambiante
entre el azul y el verde. Pero además había allí otras… ¿personas?
-
Bienvenida, Heredera de Myrddhin. ¿Sabes quién soy?
La recibió con el mismo saludo.
-
Sí --
contestó -- eres el señor del Agua
-
Así es. Y soy conocido como AEGIR. Veo que has
concluido con éxito, esta parte del entrenamiento. Y me complace mucho ver el
gran dominio que tienes sobre mí elemento. Como ya sabes, el elemento agua es
el que está conectado con lo energético. Los efectos de esta fuerza son los que
plasman los cuerpos físicos, dependiendo de su aceleración. Como verás estoy rodeado de mis otros
elementales, las sirenas, las nereidas, las ondinas y las ninfas. A todas estas
criaturas, las puedes encontrar en cualquier curso de agua, según su
naturaleza, y cualquiera de ellas podrá y tendrá, el deber de prestarte sus
servicios.
Dicho eso, todas se inclinaron en una cortés
reverencia. Sam les correspondió con una inclinación de cabeza, y vio dos cosas
que llamaron su atención. La primera, que allí se encontraba Naiad, a quien ya conocía, y la segunda,
que dos de aquellas criaturas marinas se le hacían extraordinariamente
familiares. Pero prestó atención a lo que estaba diciendo AEGIR.
-
Como verás, todas poseen singular belleza y suelen
divertirse haciendo perder el rumbo y muchas veces el juicio de los hombres. Tú
has heredado esa belleza, se cuidadosa para no causar daños irreparables en los
que se te acerquen. Ya hay demasiados a los que atraes, muchos que te desean,
varios que te aman, pero solo uno al que puedes amar, y esa es tu maldición. Si
se diera el caso de que él dejara de corresponderte o cambiara su estado energético, no serías
capaz de amar a nadie más.
Esta declaración hizo sentir muy mal a Sam, pero a
continuación sintió una presencia a su lado y giró la cabeza, se trataba de una
de las criaturas que le resultaba familiar.
-
Mi nombre es Gwargedd Annwnk -- dijo presentándose
-- en tu dimensión fui conocida como Thelo
Sam abrió mucho los ojos cuando los recuerdos
asaltaron su mente en forma violenta y escuchó con claridad la voz de Eowaz: “… tu abuelo le dio por nombre… Thelo”
En aquel momento la Sirena estaba sonriéndole. Pero su asombro no iba a
quedarse allí, porque otra voz la sacó de sus pensamientos.
-
Y yo soy Lorelai --
escuchó a su lado, y cuando giró la cabeza se encontró con unos ojos
exactamente iguales a los suyos
-
Como verás, si hay alguien que tiene derecho a estar
aquí, y para quien todas las habilidades de este elemento deben serle afines,
esa eres tú --
dijo AEGIR
Sam estaba tan emocionada, que unas rebeldes lágrimas
comenzaron a deslizarse por sus mejillas.
-
Siempre hemos estado cerca de ti, y siempre lo
estaremos -- dijo Gwargedd Annwnk
-
Tienes un hijo hermoso y cuyo nivel de energía vibra a
una velocidad sorprendente para la edad de tu dimensión, es un digno heredero
del legado de su sangre -- dijo Lorelai
-
Gracias -- fue
todo lo que acertó a decir Sam
-
Estás cercana a terminar este viaje. Al finalizar
recibirás una instrucción especial que deberás cumplir. Nos veremos pronto,
Heredera de Myrddhin -- la despidió AEGIR
Sam le hizo una reverencia a AEGIR, miró de nuevo a sus parientes y les sonrió del mismo modo
que ellas le sonreían, y se volvió para retirarse. Cuando ya se disponía a
atravesar el arco, Sealkie la detuvo
tomándola por un brazo.
-
Quiero que sepas que me siento muy honrado de haber
sido escogido para servirte. Eres una gran Arzhvael, y como dijeron mis
señoras, una digna heredera del legado de tu sangre, al igual que todos tus
descendientes. Solo llámame cuando me necesites
-
Gracias Sealkie, por todo lo que me has
enseñado, y por haber estado conmigo todo este tiempo.
Le sonrió al elemental y atravesó el arco. De nuevo la
golpeó el frío y el cansancio. Equilibra
tu energía, escuchó la voz de Sealkie,
de modo que se relajó, centró su energía, y con sorpresa vio un punto luminoso
en el centro de su pecho que iba esparciendo esa luz por todo su cuerpo, y al
segundo siguiente el cansancio había desaparecido junto con el frío.
-
Gracias Sealkie
-- dijo con una sonrisa en los
labios
-
Para servirte siempre, mi señora -- escuchó que le respondía él
Unos minutos después estaba profundamente dormida en
la cama de Danny. A pesar de todo lo que había aprendido, seguía siendo humana
y aún no estaba dispuesta a perdonar a Giulian.
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