Sam se
movió entre las sábanas y enseguida fue apresada por los brazos de Giulian.
Trató de moverse pero le resultaba difícil, logró girar un poco la cabeza y vio
que seguía dormido. De modo que lo despertó a besos.
-
Mmm -- dijo él
-- no me imagino una mejor manera
de ser despertado, pero ahora pagarás por ello.
Antes
de que Sam tuviese tiempo de hacer ningún movimiento ya la había despojado de
las ropas y estaba acariciando su piel. Todo pensamiento quedó anulado y se
abandonó a sus besos.
Mucho
tiempo después, cuando al fin había logrado salir de la cama se dio cuenta que
tendría que correr, porque aquel día debía estar en Arx para el entrenamiento
que seguían con regularidad los Arzhaelíes. Se dio vuelta para decirle algo a Giulian
y vio con sorpresa que se había quedado dormido. Sonrió y pensó que eso
facilitaba las cosas. Cinco minutos después estaba bañada, vestida y lista para
salir, de manera que llamó a Giulian mientras pensaba que quizá esta no era la
mejor manera de utilizar lo que había aprendido, pero necesitaba darse prisa.
Mientras Giulian se alistaba, ella bajó, tomó un rápido desayuno y luego salió
al jardín donde estaban Crappy y Willow
con los niños, les dio un beso a sus hijos y volvió para salir rumbo a
Arx.
El entrenamiento
de ese día consistía en un ejercicio de campo, en donde debían poner en
práctica los conocimientos adquiridos en la aplicación de plantas para curar
heridas y Sam se llevó una grata sorpresa, ya que fue capaz de recordar no solo los conjuros para
sanar las heridas, sino que pudo
reconocer las plantas sin ayuda de Aderyn o de Paul. Se imaginó que en
la experiencia con el elemental de tierra, éste le había transmitido sus
conocimientos de las plantas, por lo que le dio un silencioso gracias a Waldweibleim y escuchó la risita: No tienes que agradecerme nada, todo está almacenado en tu memoria,
solo tienes que recordar. A la hora del descanso llamó la atención de su
padre y de Iván de la manera más discreta posible.
-
Hay algo que quiero contarles. ¿Pueden acompañarme a
dar una vuelta por el jardín?
Dan
supuso que de algo importante debía tratarse para que se comportara de esa
manera, mientras que Iván no se cuestionó los posibles motivos y simplemente se
dispuso a acompañarla. Se excusaron con los demás y salieron al jardín.
Buscaron un lugar donde sentarse y procedió a contarles toda la experiencia de
la noche anterior.
-
¿Y lograste todo eso en una noche? --
preguntó Dan impresionado
-
¿Papá no has
estado escuchándome?
-
Bueno…sí…quiero decir…
-
Te entiendo, puede ser algo confuso.
-
Samantha, hoy en la práctica… --
comenzó Iván
-
Sí lo sé, pude “recordar” todo lo relacionado con las
plantas.
-
¿Y eso lo aprendiste anoche? --
preguntó él
-
Bueno yo también pensé eso, pero Waldweibleim me dijo que todo estaba en mi memoria y que solo debía
recordar.
Pero tanto
Dan como Iván parecían no escucharla, porque Sam no se había dado cuenta que
mientras hablaba se había distraído haciendo crecer un rosal.
-
Samantha, sería conveniente que dejaras de hacer eso --
dijo Dan
Sam
notó lo que estaba haciendo y se sintió muy mal, si no se andaba con cuidado
tendría muchos problemas, porque evidentemente no podía ir por ahí diciendo en
lo que estaba metida.
-
Pienso contarle a los chicos, pero ustedes creen que
sería conveniente contarles a mamá y a Giulian
-
No estoy muy seguro. Quizá deberías esperar un poco,
tu madre probablemente se preocupará mucho y Giulian… bueno él la emprenderá en
mi contra, porque pensará que te estoy empujando a algo peligroso.
-
No seas necio Dan, en algún momento tiene que
decírselo, si no lo hace será mucho peor
-- opinó Iván
-
Iván tiene razón papá, no me siento bien
ocultándoselo.
-
Linda si crees que debes hacerlo, hazlo. Ocultárselo
para sentirte mal no tiene sentido.
-
Gracias -- dijo
con una sonrisa deslumbrante.
Volvieron
cuando escucharon la campana que anunciaba el inicio de la actividad vespertina.
Al finalizar esa tarde, llamó a los
chicos y lamentó mucho que Mael siguiese
ausente.
-
Tengo que hablar con ustedes.
-
¿Qué sucede?
-
Vamos a otro lugar.
Sam
tomó las manos de sus hermanos, caminaron hacia la zona desde donde podían
desaparecerse y lo hicieron. Volvieron a aparecer en un parque que Gail
reconoció como el que habían visitado hacía mucho tiempo.
-
Vaya -- dijo
-- si que necesitas privacidad.
Sam les
contó todo lo que había pasado la noche anterior. Danny estaba con la boca
abierta mientras que Gail contra sus costumbres, estaba pensativo y silencioso.
No sabían si sentirse feliz por su hermana, o muy preocupados.
-
¿Sam, has pensado en lo que todo esto puede
significar? -- preguntó Danny
-
¿A qué te refieres?
-
Esto es una especie de preparación --
dijo Gail -- ¿Pero preparación
para qué exactamente?
-
Bueno ya dijeron que un fulano iba a liberar un enorme
mal ¿no? -- dijo Danny
-
Así es, solo que no estoy segura aún qué o cómo será
eso --
asintió Sam
-
Y estás consciente de que no te vamos a dejar ir sola
a enfrentarte a quién sabe qué ¿lo recuerdas verdad? --
preguntó Danny
-
Y no me importa que tan poderosa puedas ser --
dijo Gail en tono amenazante como si ella se estuviese negando, pero Sam
abrazó a sus hermanos.
-
Lo sé, y
créanme que no trataría de apartarlos.
-
De acuerdo entonces
-- dijeron ambos
Hablaron
otro rato, Gail hizo sus acostumbradas bromas, se despidieron y desaparecieron
hacia sus casas. Cuando Sam llegó a la suya, corrió a ver a los niños y ya Giulian
estaba con ellos.
-
¿Princesa está todo bien? No me esperaste y me
preocupé, porque Dan dijo que habías tenido que ir hablar con los chicos.
Se
acercó le dio un beso y le aseguró que todo estaba bien. Jugaron un rato
más con los niños y salieron.
-
Giulian tengo que hablar contigo.
Él se
tensó, porque si bien era cierto que acababa de decirle que todo estaba bien,
ese tengo que hablar contigo, siempre
precedía a algo que con toda seguridad no iba a gustarle. Sin embargo, no
demostró lo que estaba pensando, sino que se dirigió a su habitación y esperó
que ella hablara. Escuchó el relato con la misma sorpresa que los demás, pero
de la sorpresa pasó al terror, y del terror a la rabia dirigida a Dan. Sam se
sorprendió por la forma que casi había visto formarse todas esas ideas en su
cabeza.
-
Mi amor -- le dijo
-- papá no es responsable de
esto, él no le pidió a estos seres aparecer, de hecho él ni siquiera los puede
ver. Aún sigo sin saber muy bien qué significa todo esto y solo quiero pedirte
que me apoyes. Pude escoger no decirte nada, pero decidí confiar en ti.
Unas
lágrimas habían empezado a agolparse en sus ojos, necesitaba que él confiara en
ella y viendo la cara que tenía, sintió mucha pena. Él por su parte, estaba
dividido entre cogerla en sus brazos y no
dejar que se arriesgara, o simplemente ofrecerle su ayuda. Pero al ver esas
lágrimas a punto de desbordarse, se decidió por lo último.
-
Princesa
-- dijo abrazándola --
sabes que no te voy a dejar sola en esto ni en nada. No voy a fingir que
me gusta, pero tampoco te voy a abandonar
-- y Sam se sintió inmensamente
agradecida.
Esa
noche durante la cena, Dan notó que Giulian estaba especialmente cariñoso con
su hija, pero las pocas veces que lo miró a él, el mensaje fue claro: Tú tienes la culpa de esto, así que Dan
se resignó a que en cualquier momento Giulian intentaría arrancarle los ojos.
Cuando subieron a acostarse, Dan tuvo la intención de hablar con Giulian,
porque la perspectiva de esperar a que él decidiera venir a descargar su ira en
el momento más inesperado, no le atraía para nada, pero su hija no lo permitió.
Cuando
ya estaban en la cama, Giulian la abrazó y le dio un beso en la frente, debía
de estar muy cansada porque casi inmediatamente se quedó dormida. Pensó en
muchos cursos de acción, entre los cuales se incluía el de estrangular a Dan,
porque sin importar lo que ella dijera, él seguía culpándolo de toda aquella
locura. Pero lentamente, y sin haber llegado a ninguna conclusión, fue cayendo
en un pesado sueño.
Sam
despertó sobresaltada. Alguien la llamaba. Miró a todos lados hasta que descubrió
la esfera de luz. Pensó en cómo levantarse sin despertar a Giulian que la tenía
firmemente abrazada.
-
No
despertará -- dijo Liminiades
Con
esta seguridad salió de la cama, y para su sorpresa su marido no se movió. De
modo que se calzó y siguió a Liminiades.
En cuanto llegaron al jardín, vio a los otros esperando. Los saludó a todos y
pasó por el arco que ya estaba ahí. Esta vez no se sorprendió por la brillante luz,
pero el paisaje había cambiado. Ahora no se veía el prado lleno de flores de la
noche anterior, sino una inmensidad que no parecía estar sustentada por nada
visible, su impresión era como de estar parada
en el aire.
-
Bienvenida --
dijo Aine -- estos son mis dominios.
-
¿Dónde estamos?
-
En
todas partes y en ningún lugar. Recuerda que el tiempo y el espacio en esta
dimensión se perciben de distinta manera.
Sam
examinó su entorno y pudo ver que aparte de la nada aparente que percibió en un
principio, había otras figuras flotando a su alrededor.
-
Lo que
estás percibiendo ahora son los silfos, otros elementales de aire al igual que
los elfos, gracias a que has alcanzado el nivel vibratorio de esta dimensión es
que puedes verlos. Los silfos son criaturas que deben estar en constante
movimiento, si se los detiene, podrían llegar a morir.
Ella
pensó que no tenía intensiones de apresar y detener a ninguna de aquellas
figuritas.
-
Mi
elemento es el que está asociado a lo psíquico. De modo que como te imaginarás,
será en conocimiento y penetración de la psiquis donde nos concentraremos. Es
en este plano vibratorio donde los deseos toman forma orgánica constituida de
una materia sutil, esta materia tiene su contraparte en el mundo físico,
convirtiéndose en tangible. De modo que debes entender que antes de que algo se
vuelva tangible primero debió ser un deseo creado por la psiquis. Es aquí
también, donde se archivan los recuerdos, tanto de la vida actual, como de
vidas pasadas. Así mismo, puedes llegar a tener atisbos de lo que va a suceder,
porque como ya te he dicho, todo cuanto ocurre ha sido primero un deseo, de
modo que si logras penetrar y tener dominio sobre la psiquis de otros, podrás
ver lo que está por suceder. Los sonidos, los colores y algunos perfumes,
tienen aquí su morada natural, porque es aquí donde han sido creados.
Sam
estaba atenta a cada una de las palabras de Aine,
y como hasta ahora comprendía todo lo que le había dicho, no tenía necesidad de
interrumpir.
-
Ahora
relaja tu mente, ponte en sintonía con la vibración de esta dimensión. Haremos
un viaje.
La
chica despejó su mente y acompasó su respiración. Tuvo nuevamente esa sensación
de moverse a gran velocidad.
-
Deja
que lleguen a tu mente cualquier clase de recuerdos.
Lo
primero que llegó a su mente fue la imagen de sus hijos y de Giulian. Luego la
de Danny y sus padres, pero fueron recuerdos fugaces, como un cuadro que pasa
muy rápido ante los ojos.
-
Relájate
más, aún no estás vibrando en esta dimensión.
Sam lo
hizo. Los recuerdos comenzaron a llegar de forma más nítida. Se presentó el
recuerdo del nacimiento de sus hijos. El de su primera noche con Giulian. El
encuentro con sus padres. El enfrentamiento con Bastian. La muerte de Eve y
Vlad. Y siguieron llegando otros. Los años en el colegio, el momento en el que
conoció a… ¡Mael! De pronto una violenta certeza se formó en su mente y comenzó
a llorar de forma incontrolada. No podía ser, había algo muy mal allí.
-
En
ocasiones nos negamos a ver lo que es obvio, pero no te detengas, continúa -- le
dijo Aine
Pero
sentía un profundo dolor en su corazón, y no sabía si podría seguir adelante.
Se sentía culpable, y de la misma forma que había descubierto los sentimientos
de Mael, entendió la actitud de todos cuando ella estaba por casarse. Sin
embargo, Aine no parecía dispuesta a
dejarla que se hundiese en el dolor. De modo que hizo el mayor de los esfuerzos
y relajó su mente para continuar el viaje.
Vio la
primera vez que se encontró con su hermano, su infancia en el orfanato, las veces
que había deseado tener una familia. Se detuvo de nuevo pero Aine la empujó a seguir.
-
No te
detengas, continua, es tu vida la que estás viendo, nada debe asustarte o
alterarte.
Respiró
y continuó. Era muy pequeña y estaba en… ¿Clever
House? con una mujer que reconoció como su madrina, lloraba porque no la
volvería a ver. ¿Pero… cómo sabía…
-
No
dejes que tu mente crítica analice, solo continua.
Obedeció
y se vio en los brazos de Giulian siendo una recién nacida. Luego compartiendo
con su hermano el vientre de su madre. Más adelante, se vio haciendo un pacto
con su madre, que estaría en su vientre pero no llegaría a nacer. Luego se vio
en un lugar muy parecido a este pero con más color, rodeada de mucha… ¿gente?
Se vio a sí misma pero con otro aspecto,
vistiendo ropas antiguas, podía curar a las personas. Se vio ardiendo en
una hoguera. Se vio siendo un soldado romano. Y
nuevamente en ese lugar que se
parecía a donde estaba en este momento.
-
Es
hora de volver -- dijo la voz de Aine
Pero ella
no quería volver. Estaba segura de que le faltaba mucho por ver.
-
De
ahora en adelante, podrás acceder a tus recuerdos por lejanos que estén en tu
tiempo, siempre que quieras.
Con
esas palabras, decidió volver.
-
Has
recorrido con éxito tus propios recuerdos. Pero has tardado tres días de tu
espacio-tiempo en hacerlo. Ahora probarás con otros.
Ya no
le extrañó esa información.
-
Relájate,
trasládate a las psiquis que te rodean.
La
primera imagen que irrumpió en su mente fue una de su hermano, Danny volando en
una Glide con… ¿Dreo? Pero… Dreo estaba muy pequeño aun para aquello. Entonces
comprendió, Danny estaba soñando. Otra imagen, esta si la identificó como un recuerdo de su
hermano, en una oportunidad furioso contra Lery. Una imagen de Giulian le llegó
“Dan es el culpable de esta locura”.
Más adelante o más atrás, Giulian pensando que la había perdido, desesperado
con una carta en sus manos. ¿Realmente estaba viendo los pensamientos de otras
personas? Aderyn pensando: No podré tener
más hijos. ¿Casander, besándola y paseando con un bebe? Pero entendió que
debía ser un sueño del chico. Vio a Iván preocupado por ella, preguntándose de
quién se había enamorado, si de él o de Vlad. También a Gail, pensando que ella
se había enamorado de su padre. Pero las imágenes cambiaron bruscamente. Vio
sangre, devastación, odios fratricidas, extinción, y sintió que las lágrimas
corrían por sus mejillas.
-
Regresa -- escuchó
la voz de Aine
Esta
vez deseaba regresar, lo que estaba viendo no le gustaba.
-
Al
final lo conseguiste -- dijo Aine -- has entrado en la conciencia universal, y has
visto lo que puede suceder. Descansa.
Sam
estaba aterrada. ¿Realmente la humanidad pensaba… aniquilarse? Trató de
tranquilizarse, respiró y relajó su mente.
-
Dejemos
a tu mente descansar, ya has demostrado que tienes la capacidad de ver más allá
de tu entorno físico. Probemos un poco la resistencia de tu materia.
Acompáñame.
Atravesaron
el arco y se encontró en un inhóspito paraje.
-
La
fuerza de los vientos es un arma poderosa. Estamos en tu dimensión, de modo que
necesitarás un hechizo para controlar la dirección de los vientos no necesitas
nada más que desear hacerlo, pero para provocar
una fuerza devastadora como la de un huracán, te serán muy útiles dos
conjuros, LUFT y STAERK VIND. Con el primero podrás dirigir vientos muy
fuertes, y con el otro podrás provocar huracanes. Comienza por movilizar los
vientos a tu alrededor.
Sam se
sintió perdida. ¿Cómo iba a movilizar los vientos?
-
Con el
movimiento de tus manos.
Levantó
su mano izquierda, que por defecto era
la que utilizaba, y sintió como se levantaba una ráfaga de aire. Movió ambas manos y la fuerza del viento la
lanzó hacia atrás.
-
Debes
aprender a controlarlo, no que él te controle a ti. Debes direccionarlo.
Sam lo
intentó de nuevo y las ráfagas de aire que produjo circularon a su alrededor
pero sin dañarla.
-
Ahora
probaremos tu velocidad. Te atacaré. Defiéndete.
-
¿Qué? -- dijo Sam alarmada. Pero no hubo tiempo para
más
Aine comenzó a tacarla con fuertes
ráfagas de viento. Sam convocó un escudo protector, pero eso era inútil, la
fuerza de los vientos era mucho mayor.
-
Utiliza
lo que has aprendido. Trasládate.
Sam
comenzó a moverse con mucha facilidad a través del espacio. Pero aún así,
esquivaba algunas ráfagas pero otras la lanzaban a muchos metros.
-
Pierdes
tiempo tratando de “ver” de dónde procede el ataque. Debes sentirlo antes de
verlo.
La
chica estaba confundida.
-
Utiliza
tu sentido de la percepción, relaja tu mente, cierra los ojos y percibe,
escucha de donde viene el ataque.
Sam
hizo lo que le ordenaban. Cerró los ojos y relajó su mente. Percibió claramente
el sonido del viento a su derecha y se movió, pero otro por la izquierda le dio
de lleno. Se sentía frustrada.
-
Utiliza
todos tus sentidos. No solo puedes escuchar, puedes sentir. Recuerda que
trasladarte no requiere si no que lo desees. Toda acción es primero un deseo,
no lo olvides.
Sam se
preparó. Escuchó el ataque, pero ya no estaba en el sitio. Sintió que sus
cabellos danzaban y volvió a moverse, pero con la misma rapidez tuvo que
cambiar de posición al sentir en la piel que un nuevo ataque se acercaba. Así
estuvo algún tiempo.
-
Lo has
comprendido. Ahora descansa un momento y escucha. Vas utilizar el hechizo que
te mencioné LUFT, para atacarme.
Nuevamente
se preparó, pero esta vez dispuesta a atacar. El asunto es que no resultaba tan
sencillo, ya que debía defenderse de los ataques de Aine.
-
Concéntrate,
ya manejas tu defensa. Concentra tu energía en enviar el hechizo.
Sam
dejó que sus sentidos actuaran de manera independiente y concentró su energía
en atacar.
-
LUFT -- el
hechizo salió pero Aine lo esquivó.
Estuvo
intentándolo sin conseguir alcanzarla, hasta que se detuvo a pensar. Debía
prestar atención a los movimientos de Aine,
percibirlos antes de que los ejecutara. De modo que se preparó para ello. Antes
de lanzar el hechizo, percibió los próximos movimientos de Aine y cuando lanzó el hechizo la alcanzó de lleno. Como con Waldweibleim, se sintió algo culpable
al derribarla, pero recordó que estaban en un duelo, y menos mal que lo hizo
porque Aine ya la estaba atacando de
nuevo y pudo esquivar el ataque. A medida que avanzaban los ataques se hacían
más potentes. Sintió uno especialmente fuerte y no se paró en consideraciones,
concentrando toda su energía.
-
STAERK
VIND
El
hechizo salió disparado con tal potencia que detuvo lo que la chica vio con
asombro que era un tornado. Aine salió
despedida y golpeó con fuerza la superficie. Era la primera vez que Sam la veía
en reposo y se preocupó al recordar que Aine le había dicho que los elementales
de aire tenían que permanecer en constante movimiento, porque si no podrían
morir. De modo que se acercó presurosa a cerciorarse de que estaba bien.
-
¿Aine?
Pero
ya el hada se había levantado y estaba nuevamente flotando y girando a su
alrededor.
-
No te
preocupes -- le dijo
-- No puedes hacerme daño, solo has detenido acertadamente el ataque.
-
Bien -- dijo Sam contenta --
¿continuamos?
-
No, ya
estás lista para presentarte ante el señor del Aire.
Sam se
sorprendió, pero no dijo nada y siguió a Aine
a través del arco. Llegaron de nuevo a los dominios de Aine y esta vez la chica pudo ver un asiento parecido al de FJÖRGYN con inscripciones rúnicas igualmente, pero el ser que estaba sentado en él, era
completamente indefinible. Su cuerpo parecía compuesto por una sustancia que no
era ni gas, ni líquido. Lo único que podía ser vagamente identificado era un
rostro. Tenía por ojos, una especie de gemas de un color azul intenso. La voz
de este ser era la de un hombre.
-
Bienvenida,
Heredera de Myrddhin ¿Sabes quién soy?
El
saludo fue idéntico al de FJÖRGYN.
-
Sí, eres el
señor del Aire -- contestó ella
-
Correcto
-- dijo --
pero puedes llamarme NJÖRD
Sam
asintió y se preguntó si todos tendrían nombres parecidos, pero guardó
silencio.
-
Como
ya sabes, mi elemento es el que está conectado con lo psíquico. Cada cosa en el
universo tiene su espíritu guardián. Mis elementales son los guardianes de la psiquis de todos los seres
vivientes. Tú has sido dotada con el don de poder penetrar esa psiquis. Has
visto la creación del universo en la dimensión más densa de lo físico, y ahora
conoces su pasado, sus sueños y su
futuro. De nuevo en el ámbito de lo físico, ahora manejas el poder
devastador de los vientos, úsalo en defensa de tu mundo y estarás ayudando a
preservar el nuestro.
NJÖRN guardó silencio como esperando las
preguntas de Sam, pero la chica no solo no dijo nada, sino que guardó silencio
en su mente.
-
Veo
que has aprendido a aquietar tus pensamientos. Aquel que es capaz de hacer
silencio en su mente es capaz de percibir con mayor claridad los eventos,
pensamientos y sueños que circulan a su alrededor. Aún así, sé que hay cosas
que deseas saber, pero aún no ha llegado el momento. Nos veremos de nuevo
cuando hayas completado tu entrenamiento. Puedes ir en paz, Heredera de Myrddhin
-
Gracias -- dijo Sam.
Hizo
una reverencia y se dispuso a seguir a Aine.
Al igual que la vez anterior apenas se había vuelto, el arco estaba allí. Se
despidió de Aine agradeciéndole sus
enseñanzas y lo atravesó.
Igual
que la pasada noche también, apenas puso los pies en el jardín de su casa el
frío la golpeó y se sintió cansada. Le resultaba curioso cómo podía pasar el
tiempo en los dominios de los elementos y no sentía ningún tipo de cansancio,
pero apenas volvía a su dimensión se sentía agotada. Del mismo modo que lo
había hecho la noche anterior, al solo pensarlo ya estaba en los brazos de su
esposo que dormía plácidamente, pero esta vez cuando lo miró, vio también lo
que estaba soñando y decidió que aunque era muy útil, quería respetar la
intimidad de su marido. Le dio un suave beso en los labios y casi al instante
se quedó dormida.
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