Samantha estaba desesperada.
Ya no sabía qué más podía hacer. Había ignorado las llamadas de Danny y de Gail,
la preocupación de su padre y la desesperación de Giulian. Simplemente no podía
estar en casa. Necesitaba estar en movimiento. Sam al menos déjanos acompañarte. Había sido la última comunicación
de Danny.
Se sentó en el banco de una
plaza solitaria, necesitaba pensar ¿Qué estaba haciendo mal? ¿Qué se le estaba
escapando? De pronto con claridad
meridiana, se dio cuenta que necesitaba
otra clase de ayuda.
Entre tanto, los Arzhaelíes
habían ejecutado todas las acciones que el procedimiento en aquellos casos
indicaba, pero aun no tenían resultados.
-
Sé
de la angustia de todos -- estaba diciendo Eowaz luego de recibir los
primeros reportes -- pero no podemos perder la esperanza --
esto estaba más dirigido a los hermanos McKenzie que al resto de los
Arzhaelíes
Si bien Kenny se había
mantenido activo porque de no haberlo hecho habría enloquecido, ya el dolor
emocional estaba venciendo su resistencia. Y en el caso de Jonathan, aunque
estaba un poco más tranquilo, las huellas del sufrimiento ya comenzaban a
evidenciarse.
-
Iwerd --
dijo Eowaz dirigiéndose a uno de los Arzhaelíes
-
Las
últimas emisiones de energía nos hicieron desplazarnos hacia Francia,
exactamente hacia la región de Bretaña, pero la emisión desapareció bruscamente
y aunque Berserker estaba con nosotros no pudo seguirla
-
¿Dónde
está Mael ahora? -- preguntó Eowaz con cierta preocupación
-
Insistió
en seguir rastreando la zona, pero dijo que si captábamos alguna otra emisión
le avisáramos
-
¿Lo
dejaron solo? -- preguntó Amy alarmada recordando de forma
involuntaria la reciente experiencia
-
Inicialmente
sí, pero cuando llegamos aquí Garlan pidió las coordenadas y salió con su grupo
para allá
Eowaz se quedó un momento
pensativo, Iwerd Denouel era uno de los rastreadores más efectivos con los que
contaba la Orden ,
porque aunque poseía las mismas habilidades de Garlan, tenía una extra.
Normalmente un Arzhaelí bien entrenado podía seguir el rastro de alguien que se
desmaterializaba si lo hacía en forma inmediata, pero este individuo solo
necesitaba presentarse en el último lugar donde se ubicaba el individuo en
cuestión, y sin importar cuánto tiempo hubiese transcurrido, él podía seguir el
rastro a partir de ese punto. Esto sumado a su habilidad natural de rastreo, lo
hacía casi infalible. El único problema consistía en que si el sujeto en
cuestión accedía a un lugar protegido, hasta allí llegaba su habilidad. De modo
que Eowaz dedujo con toda claridad que Mikael estaba en una zona protegida, y
por lo que sabía de aquel lugar, las cosas podían complicarse mucho. Razón por
la cual y siendo que aquel había sido el último punto donde se había percibido
la energía de Mikael, Eowaz le ordenó volver allá.
En ese momento Garlan se
encontraba justamente con Mael, y estaban recorriendo la zona aunque sin
resultados.
-
Escucha
Berserker, supongo que estás consciente de dónde
nos encontramos ¿no?
-
Sí
Garlan, lo sé
-
Entonces
también sabes cuáles son las posibilidades que tenemos de encontrarlos aquí
-
Sí,
pero no por eso voy a renunciar a ello
No se llegó a enterar de qué
iba a decir Garlan, porque en ese momento sintieron un estremecimiento de la
tierra y se pusieron alertas. Aquel súbito temblor había durado unos cuantos
minutos, tiempo durante el cual no habían podido moverse.
-
Tengo
un mal presentimiento -- dijo Mael cuando todo hubo cesado
-
Y
no me gusta nada esto -- acordó Garlan
Comenzaron a caminar de nuevo,
pero al cabo de una hora más, seguían sin resultados, lo que los hacía sentir
muy frustrados. Sin embargo, se habían detenido un momento cuando recibieron
aviso de Denouel y partieron a toda velocidad.
Giulian y Dan estaban al borde
del colapso, ya se acercaba la noche y aparte de que no habían avanzado con el
asunto de Aelig, no sabían nada de Sam desde el día anterior.
-
Quizá
debemos llamar a Mael, con toda seguridad él puede encontrarla --
dijo Dan
-
Seguro,
y después de hacerlo estaremos en las mismas condiciones que estamos ahora
porque él hará lo que ella diga -- dijo Giulian
Dan sabía que Giulian tenía
razón, pero la urgencia por saber de su hija lo estaba matando aunque Danny
seguía sosteniendo que estaba bien. Sin embargo, debió quedarse callado porque
su próxima idea casi le cuesta la cabeza al desprevenido Urs que estaba con
ellos.
-
Entonces
quizá Garlan pueda ayudarnos
-
No
seas necio Daniel, todos sabemos que Garlan la mitad del tiempo está
despotricando en contra de Samantha, pero primero se hace cortar la lengua
antes de contravenir un deseo suyo
-- dijo el chico
Posiblemente por estar
ocupados como estaban revisando una de las propiedades de los Douglas, Urs se
había olvidado de con quién estaba y
por eso había dicho aquello sin pensarlo mucho, y de no haber sido porque Dan y
Elar estaban allí también, el pobre infeliz habría sufrido una paliza
inmerecida, ya que Giulian reaccionó como cabía esperar y había saltado hacia
él con las peores intenciones. Sin embargo, Urs solo sufrió las consecuencias
del empujón que le dio Elar con intención de apartarlo del camino de Giulian,
mientras éste era sujetado por Dan, pero no tuvieron tiempo ni de explicaciones
ni de excusas, porque en ese momento les llegó un urgente mensaje de Iván y
todos se apresuraron a atenderlo.
Cuando Sam llegó a la
conclusión, de que necesitaba otra clase de ayuda, pensó en los dominios de Aine, y un segundo después se encontraba
allí.
-
¿Aine? --
llamó
-
Aquí estoy mi señora --
le contestó el hada -- sabía
que vendrías.
-
Aine necesito ayuda -- dijo
en tono suplicante
-
No podemos intervenir mi
señora -- le dijo ella
-- y en realidad, no necesitas ayuda.
-
Serena tu espíritu y concentra tu energía en lo que
deseas – dijo la conocida voz de Sealkie.
-
Tienes la capacidad para hacer
esto --
volvió
a intervenir Aine -- Solo conéctate con la conciencia universal
y verás aquello que necesitas ver.
-
Estás dejando que tus
sentimientos interfieran con tus capacidades
--
dijo otra voz conocida -- Los
sentimientos son tu mayor debilidad -- era Liminiades quien hablaba.
-
Haz silencio en tu
interior -- volvió a hablar Sealkie -- asciende a la
conciencia universal y tendrás acceso a cualquier información, pero domina tus
sentimientos. Es todo cuanto podemos decirte
-- concluyó.
-
Hay una cosa más -- esta vez era la voz de Waldweibleim
-- recuerda que puedes estar
donde quieras, en el momento que quieras.
Sam, hizo todo lo que le
habían dicho. Trató primero de serenar su espíritu para de ese modo acallar el
dolor que la consumía. Una vez logrado esto, se estableció el contacto. Comenzó
a ver las cosas como habían sucedido, paso a paso, hasta llegar al lugar exacto
donde estaba Aelig. Tuvo un momentáneo bloqueo. Hechizos protectores. Pero
inmediatamente se dijo que eso no iba a detenerla.
-
Así es -- dijo Waldweibleim -- para ti no existen las barreras físicas. Usa
tu poder.
Se concentró con todas sus
fuerzas en el lugar donde debía estar y cuando abrió los ojos se encontró
frente a frente con Mikael O’Neill.
Mikael estaba harto del llanto
de la niña, de modo que entró en la habitación y en lugar de emplear un
sencillo conjuro para silenciarla, la golpeó
Pero en vez de acallarla con eso, la niña comenzó a llorar con más
ímpetu como era lógico. De modo que empezó a agredirla con saña hasta que Aelig dejó de llorar súbitamente, y fue cuando
la dejó. Vio que tenía cardenales en varios lugares y sangre brotando de su
boca, pensó que quizá se había extralimitado y se acercó a verificar, pero comprobó
que aún respiraba. Así que sonrió y se disponía a salir después de ese
innecesario acto de crueldad, cuando el asombro lo clavó al piso.
Si para Sam fue una sorpresa,
no dio muestras de ello, pero en cambio Mikael estaba estupefacto. Su primera
reacción fue agarrar a la desmadejada niña y apuntarla con su Gwialen. Miles de
preguntas corrían velozmente por su cabeza. Ya no se preguntaba cómo había
sabido dónde se encontraban, sino cómo había logrado atravesar la protección.
-
¿Creíste
en realidad que tus conjuros iban a detenerme? -- preguntó Sam con ese
odioso tono irónico que empleaba para dirigirse a sus enemigos
Mikael pensó con ira que
aquella estúpida mujer poseía un poder más allá de lo que había imaginado. Y
maldita sea, él aún no estaba preparado para enfrentarla.
-
Ahora vas a entregarme a la niña --
dijo Sam en tono frío y controlado
-
¿Qué
te hace pensar que haría algo tan tonto como eso?
Pero en realidad lo que estaba
era tratando de ganar tiempo para ver cómo salir de aquella situación, e hizo
lo más estúpido que podía haber hecho.
-
¡ARTAITH!
El ataque rebotó con tanta
fuerza, que hizo añicos un espejo que estaba a sus espaldas, y le habría dado a
él mismo si no hubiera reaccionado a tiempo.
-
Eres
lento para aprender Mikael -- dijo ella aún con serenidad -- ¡VERBERO!
Y nuevamente un latigazo cruzó
el rostro de Mikael. Sam no se atrevía a hacer nada más violento porque él aún
tenía a Aelig en los brazos.
-
Por
última vez te lo digo, dame a la
niña – y ya sus ojos comenzaban a
adquirir un peligroso brillo asesino
Mikael estaba furioso. Su odio
por esa mujer superaba en mucho el que sentía por los demás miembros de su
familia, pero estaba atrapado. No podía matar a la niña sin correr el riesgo de
perder la piedra, y por alguna razón que desconocía, no podía atacarla a ella.
Inexplicablemente el conjuro que intentó echarle, había rebotado hacia él.
La voz de WREEDHEID resonó en su cerebro “no
subestimes a tus enemigos” “no cometas ningún error estúpido que ponga en
peligro nuestros planes” Pero el
odio que sentía estaba ganado la batalla, aquella era la tercera vez que aquella
zorra le cruzaba el rostro y se juró a sí mismo que sería la última. Pero en
este momento no podía hacer nada, no podía perder todo por lo que había
luchado, y con un grito de furia, lanzó a la niña a un lado.
Sam lanzó un conjuro para detener
la caída de la niña.
-
¡Te
juro que es la última vez que haces esto!
-- exclamó Mikael, con una voz
que destilaba veneno.
-
Y
yo te juro que no permitiré que le hagas más daño a ninguno de los que amo.
Sam se había ido acercando a
la niña para comprobar que estaba bien y quitarla del alcance de él. Una vez
que pudo alcanzarla, miró a Mikael devolviéndole con creces la mirada de
intenso odio que él le estaba dedicando, pero al segundo siguiente él había
desaparecido. Pensó que su prioridad era
sacar a la niña de allí, después volvería, aunque estaba segura de que no lo
encontraría aún había algo por hacer en aquel lugar. De modo que se dispuso a
desaparecer ella también cuando sintió que todo el edificio se estremecía.
Mikael no era tan necio como
para quedarse en aquel lugar, porque si la estúpida de Samantha había logrado
acceder, no tardaría en avisar a los demás. Sin embargo, necesitaba descargar en alguien la frustración
que sentía y fue por Estefanía. Su intención era llevársela pero al entrar y verla,
notó aquella mujer estaba hecha una piltrafa. Estaba tirada de cualquier manera
sobre la cama y sangraba profusamente. Aquella visión le produjo repulsión,
antes de salir pensó en matarla, pero decidió dejar que muriera desangrada, ya
que a su desquiciado juicio se merecía una muerta lenta y dolorosa.
Se obligó a pensar con frialdad.
Había perdido de nuevo la oportunidad de
vengarse de aquella maldita, y había perdido asimismo un lugar seguro donde
ocultarse. Estaba pensando que solo le quedaba una salida cuando dos cosas
sucedieron al mismo tiempo. La primera, un individuo se presentó ante él, y lo
que le dijo hizo que una perversa sonrisa se dibujara en sus labios, y la
segunda, que escucharon una ensordecedora explosión y por un segundo pensaron que
el techo se les vendría encima y el piso se hundiría bajo sus pies, de modo que
a la mayor velocidad posible desaparecieron de allí hacia un lugar al que había
estado esperando con ansias poder acceder.
Cuando Garlan y Mael llegaron
hasta donde se encontraban Denouel y los demás, el Arzhaelí se disponía a
partir.
-
¿Iwerd? --
dijo Garlan
-
Acabo
de sentir su energía y me dispongo a seguirla
-- le dijo él
De modo que los dos Arzhaelíes
y los Krigers fueron tras él, pero al llegar se encontraron en un lugar donde
no se veía nada. Sin embargo, a Mael le tomó solo unos segundos determinar que
Sam estaba allí y así se los hizo saber, pero mientras Denouel lo miraba con
duda, Garlan no tenía ninguna y no perdió el tiempo en preguntas sino que envió
un urgente mensaje a Iván, quien a su vez lo giró a los demás y en cuestión de
minutos estaban las fuerzas de ataque de la Orden reunidas allí.
-
No
sabemos qué hay allí, pero estamos
seguros que la Niña
está ahí dentro -- dijo Garlan
Inmediatamente Iván, Giulian, Phillipe
y Dan comenzaron a dar órdenes a sus hombres para preparar el ataque, mientras
que Garlan, Delos, Eowaz, Armel y Amy se aprestaban a intentar abrir un portal
de acceso. No obstante, Denouel estaba confundido, porque Berserker lo que
había dicho era que Samantha Douglas estaba en aquel lugar, y aunque él había
seguido el rastro de O’Neill y ciertamente esperaba que la pequeña hija de
McKenzie estuviese allí, no entendía porque Garlan aseguraba que así era. Y su
confusión aumentó al escuchar a Eowaz, que a diferencia de él y al igual que
más de la mitad de los presentes, sí había entendido que Garlan a quien se
había referido era Samantha cuando dijo La Niña
-
¡Daniel
y Danny aquí! -- ordenó Eowaz
-- ¡Jonathan y Kenneth también,
porque es posible que ella la haya encontrado!
Los Douglas y los McKenzie se
acercaron a ellos, mientras Delos trazaba el círculo y los demás se preparaban
a irrumpir a donde quiera que aquello los llevase.
-
Gail,
estos Krigers con los más veloces
-- le dijo Iván a su hijo señalando
al grupo que tenía detrás -- irás al frente con ellos, sigan a Mael e
intenten protegerlo
Esta orden obedeció a que no
sabiendo con qué se iban a encontrar, y estando positivamente seguro que Mael
iría directo en busca de Sam olvidándose de cualquier otra cosa, había decidido
tomar precauciones.
Unos segundos después que los
Arzhaelíes recitaran el conjuro y las gotas de sangre de los Douglas y los
McKenzie tocaron el piso, sintieron el conocido estremecimiento indicativo de
que se abría el portal y a continuación lanzaron el ataque que acabó con todas
las protecciones.
Loa Arzhaelíes irrumpieron en
la propiedad con la efectividad y precisión que les era característica, pero
para su extrañeza no se encontraron con lo que esperaban, ya que en el lugar no
había una excesiva cantidad de individuos, posiblemente en la creencia de que
sus protecciones resistirían un ataque. A Mael le llevó solo unos brevísimos
segundos encontrar a Sam y sacarla de allí y casi nadie lo notó.
-
¿Estás
bien? --
le preguntó en cuanto estuvieron afuera
-
Sí,
yo estoy bien pero debo atender a Aelig antes de devolvérsela a sus padres
Y Mael lo entendía, ya que la
pequeña estaba muy maltratada. De modo que extendió su Skik en el piso, Sam
colocó a Aelig allí y comenzó a curar sus heridas. Mientras ella hacía esto,
Mael había cursado un mensaje a Iván avisándole que ya las tenía y que se
verían en casa de los McKenzie. Una vez que Sam terminó de curar a Aelig,
decidió reanimarla para comprobar su estado emocional y en cuanto la niña abrió
los ojos y la reconoció le lanzó los bracitos al cuello y comenzó a llorar. Sam
se ocupó de consolar a la niña mientras Mael estabilizaba su energía. Apenas
estuvo más tranquila, Sam tomó la decisión de suprimir los recientes recuerdos
de la mente infantil y partieron.
Lo primero que vieron al
llegar era que ya todos estaban allí y Anastasia gritaba a Kenny preguntando
por su hija, de modo que Sam avanzó con decisión hacia ellos y les colocó a su
hija en los brazos.
-
Les
prometí que se las devolvería y aquí la tienen
-- les dijo
Se alzó un grito general de
alegría, pero en medio del alboroto Sam buscaba a las personas que había visto
al entrar, pero no alcanzó a establecer contacto visual con ellos antes de ser
envuelta en un agradecido abrazo de Kenny.
-
No
sé como agradecértelo Samantha
-
No
tienes que hacerlo Kenny
Ninguno de los dos se dio
cuenta de la mirada de odio que le lanzó Giulian a Kenny, ni la del mismo
sentimiento que le dedicó Anastasia a Sam. A pesar de que acababa de devolverle
a su hija, Anastasia estaba segura de que le estaba quitando a su marido.
Anne apartó a Kenny para
abrazar a Sam y con lágrimas en los ojos trataba de decir algo, pero las
palabras se atoraban en su garganta. Finalmente Sam logró establecer contacto
visual con su padre, e ignorando a todos los McKenzie que querían agradecerle
caminó con decisión hacia Dan. Junto a él estaban todos los demás miembros de
su familia y se decidió por Iván.
-
¿La
encontraron? -- le preguntó
Pero si Iván había
comprendido, ciertamente nadie más con excepción de Mael, sabía de lo que ella
estaba hablando.
-
Sí
linda, Garlan me acaba de avisar que van camino a Edernez
-
Quiero
ir
-
Sam…
-
Un
momento -- interrumpió Danny -- ¿De
qué hablan?
-
No
solamente Aelig estaba allí, sino también Estefanía Lery
-
Lo
supongo, era su casa ¿no? -- dijo Dan
-
Y
siendo como era partidaria del padre de ese desgraciado imagino que… --
comenzó Gail
-
No,
ella no estaba en esto. Mikael la tenía prisionera, pero estoy perdiendo el
tiempo, esa mujer está muriendo -- dijo Sam
-
¿Qué? --
preguntaron varias voces
-
Ahora
no puedo darles explicaciones, pero debo ir
-
Pues
iremos contigo -- dijo Dan en forma automática
-
No
es necesario papá, yo…
-
Tú
no vas a ninguna parte sola señora Cornwall
-- dijo Giulian que había permanecido
en inusual silencio, pero tal vez lo dijo en un tono un poco más alto de lo que
Mael considero necesario porque sus ojos brillaron en forma peligrosa y se
interpuso entre ambos
-
Cuidado
Giulian -- pero Sam lo apartó con suavidad y los miró a
todos
-
De
acuerdo, si quieren venir no hay problema pero es ya
No obstante, antes de salir
Sam se llevó una mano al pecho y con la otra aferró el brazo de Mael que
también había palidecido, pero antes de que nadie pudiese preguntar nada,
sucedieron dos cosas que les helaron la sangre. La primera la súbita aparición
de Elijah.
-
¡Papi
rápido, mis hermanos… -- pero mientras el niño decía esto un mensaje llegaba para Iván
-
Señor, están intentando romper
la protecciones de Averdeen
Mael sujetó a su hijo y como
aun Sam estaba aferrada a su brazo fue arrastrado con ella en la
desmaterialización, mientras los demás corrían con desesperación hacia el punto
desde donde podían desaparecerse rogando poder llegar a tiempo.
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