LMA 4

LMA 4
Una nueva batalla se acerca, el conocimiento de una antigua profecía que amenaza con acabar su mundo tal y como lo conocen, sumada a un antiguo legado de poder, son los protagonistas de esta nueva historia… acompáñenme a descubrir cómo harán frente nuestros valientes Arzhaelíes a esta nueva aventura con la ayuda de... Los Cinco Elementos

jueves, 4 de diciembre de 2014

Cap. 16 Noche Interminable…



Sam y Mael aparecieron directamente a las puertas de Averdeen, y notaron con enorme alivio que aun no habían logrado derribar las protecciones.
-          Elijah, vuelve arriba con tus hermanos  --  le dijo Mael con firmeza pero tratando de no alarmarlo
-          Papi…
-          No te preocupes, vamos a estar bien  --  pero el niño miró a su madre antes de marcharse
-          Cuídala  --  le dijo a Mael antes de correr hacia el interior de la casa
Apenas Elijah había comenzado a correr, los Arzhaelíes comenzaron a aparecer a su alrededor. Se organizaron con rapidez y a las órdenes de los jefes de cada escuadrón, abandonaron la entrada y aparecieron al otro lado cercando a los atacantes.
Pero estaba visto que Mikael era un cobarde consumado, porque apenas los vio aparecer y antes incluso de que pudiesen lanzar una protección que impidiese su huída, se marchó dejando a sus compañeros para que fuesen masacrados por los Arzhaelíes.
Una vez que fue controlada la situación, los habitantes de Averdeen corrieron a ver a los niños. Danny además había tenido la preocupación de que sus hermanos estaban allí, y ciertamente ellos no tenían ninguna forma de defenderse ni de proteger a los niños.
Cuando llegaron arriba, los chicos estaban todos en la habitación de Brendan y Elijah y ésta se veía abarrotada, pero todos estaban bien. Freddy fue el primero en correr hacia su hermano cuando Danny hizo acto de presencia.
-          ¿Danny qué sucedió?
-          Estuvimos algo ocupados Freddy, lo siento
-          ¿Pero todos están bien?  --  insistió el chico
-          Sí, no te preocupes
-          Hombre, eso es fácil decirlo  --  dijo Steven  --  Los guardias de la entrada nos avisaron que subiéramos y no saliéramos de la habitación y en realidad no habríamos podido ni queriendo porque no podíamos abrir la puerta
-          ¿Y para qué demonios querías abrir la puerta si te dijeron que te quedarás acá?  --  preguntó Danny con exasperación y más alto de lo necesario
-          No es que quisiéramos desobedecer Danny  --  se apresuró a aclarar Freddy  --  pero repentinamente Elijah… bueno… simplemente desapareció y no sabíamos qué hacer, y una de las trillizas comenzó a llorar y no paraba
-          De acuerdo, lamento haberte gritado  -- le dijo Danny a Steven
-          Descuida, creo que tu vida no es tan fácil ¿no?
-          ¿Dónde está David?  --  preguntó porque no veía al menor de los hermanos
-          Allá  --  señaló Freddy y Danny lo vio en un rincón sentado con una de las trillizas en brazos  --  Finalmente fue el único que logró calmarla
Un momento después y luego de haberse asegurado que sus hijos y sobrinos estaban bien, Sam anunció que se iba al hospital. Si Giulian o los demás habían creído que lo había olvidado, comprobaron que no era así.
-          Mael  --  dijo Sam acercándose al chico  --  ¿Puedes quedarte con ellos?
-          Claro Nena, ve tranquila pero si me necesitas solo tienes que llamarme  --  dijo lanzándole a Giulian una mirada de clara advertencia y dando una orden silenciosa a Blaidd
Sam partió en compañía de sus padres, sus hermanos e Iván, pero cuando llegaron a Edernez los Läkares les informaron que Estefanía estaba realmente en muy malas condiciones. Uno ellos, quien tenía una cara de profunda pena, les dijo que esa pobre mujer había sido sexualmente abusada y con brutalidad, aparte de que había sido sometida a intensos y repetidos maltratos evidentemente con conjuros terribles que habían provocado severos daños internos. En su opinión, por mucho que se esforzasen aunque no dejarían de hacerlo, casi equivalía a seguirla torturando y estaba seguro que a lo sumo en unas horas y en ningún caso días, ella tomaría la decisión de abandonar su materia.
A pesar de que ninguno de los presentes tenía motivos para sentir simpatía por la condición de la mujer, especialmente Sam, ésta le preguntó al Läkare si podía verla.
-         Por supuesto  --  le contestó --  es más, les sugiero que alguien se quede con ella hasta que…  bueno… hasta que llegue el momento  --  finalizó
El Läkare no tenía modo de saber el odio profundo que sentían los presentes por aquella mujer. Sin embargo, y para sorpresa de todos, Sam volvió a hablar.
-         Yo lo haré  --  dijo con voz serena
Todos pensaban que estaban alucinando ¿Por qué razón Samantha hacía aquello? Si Estefanía hubiera podido, la habría matado ninguna consideración, y todos estaban bastante seguros de eso.  El Läkare que seguía ignorante de la situación, sintió cierta extrañeza al ver las distintas reacciones que provocó la decisión de la más joven. No obstante, se limitó a sonreírle y a disculparse por tener que dejarlos.
-         Debo retirarme, tengo otros pacientes que atender. Señorita  --  dijo mirando a Sam  --  me alegra que alguien le haga compañía a esta pobre mujer. Cuando quiera puede pasar --  y dicho esto se marchó.
Las reacciones no se hicieron esperar y comenzaron a ser expresadas en voz alta.
-         Hija  no tienes que hacer esto ¿lo sabes, no?  --  dijo Dan
-         Es una locura  --  dijeron Danny y Gail con la misma indignación  --  esa mujer casi logra que pierdas a los gemelos, y TU propia vida  --  finalizó Danny
-         ¿Te parece sensato linda?  --  preguntó Iván con su suavidad característica
-         Princesa, esforzándome mucho quizá podría  entender tus razones, pero esa mujer te odia, lo más probable es que comience a insultarte apenas te vea  --  dijo Giulian
-         Eso no sucederá  --  escucharon que decía Amy   
Todos la miraron como si hubiese perdido el juicio, porque justamente Amy no era de las más propensas a mirar con buenos ojos a nadie que le infligiera el más mínimo daño a sus hijos, pero entre madre e hija cruzaron una mirada de comprensión.
-         ¿Es que no te bastó con los Wheeler para que ahora quieras repetir la experiencia con esa arpía?  --  volvió a intervenir Danny
-         No voy a cambiar de opinión.  Quizá les resulte difícil entenderlo, pero después de lo que Estefanía ha vivido, apreciará la compañía. Ninguna mujer por terribles que hayan sido sus acciones, se merece lo que a ella le sucedió. De modo que no discutiré más.
Y diciendo esto, les dio la espalda y entró en la habitación. Danny y Gail estaban furiosos. A pesar de todo lo que había dicho su hermana, encontraban aquello absurdo. Dan coincidía con ellos en que esa actitud solo le proporcionaría un dolor de cabeza. Amy e Iván por su parte, entendían perfectamente la situación. Y Giulian, a pesar de no lograr entender del todo la actitud de su mujer con respecto a alguien que solo le había manifestado desprecio, no discutió. Les dijo a todos que se fueran a descansar, que él esperaría a Sam el tiempo que fuera necesario. Sabía que su esposa se encontraba en un estado cercano al agotamiento, y quería estar lo más cerca posible para llevarla a casa en cuanto todo aquello terminara. De modo que ignorando su propio cansancio, se dispuso a esperar.
Sam sabía que aquello no duraría mucho. Se acercó a la cama y tomo una mano de la mujer. Estefanía abrió los ojos, pero en ellos no había ni rastro del viejo odio, y solo eran dos profundos pozos de dolor. Lucía una palidez extrema y cuando intentó hablar, pareció darse cuenta de que no tenía fuerzas suficientes para eso.
-         No te esfuerces,  no vale la pena. Sé lo que quieres decirme y lo que quieres pedirme, pero lamento profundamente no poder prometerte eso.
Los ojos de Estefanía, que hasta hacía un momento lucían sin vida, ahora reflejaban un enorme asombro.
-         Pero lo que sí puedo prometerte es que hablaré con él. Y te juro que quien te hizo esto, pagara muy caro por sus acciones.
Unos pocos minutos después, Estefanía Lery había dejado de existir. Sam dejó la habitación con una sensación de abatimiento que le pesaba en el corazón. Cuando salió vio  a su marido sentado en una silla en el pasillo, con la cabeza recostada de la pared y los ojos cerrados. Ella se acercó, toco su hombro, y Giulian al ver sus ojos anegados, comprendió que ya todo había terminado y  solo la estrechó en sus brazos mientras la sentía llorar. Pensó que esta mujer tan poderosa, seguía siendo una criatura muy frágil, y él haría todo lo que estuviera en sus manos, para protegerla de cualquier dolor.
Sin embargo, cuando se disponían a regresar a casa porque Giulian tenía verdadera urgencia porque Sam descansase, un mensaje de Danny los paralizó momentáneamente.
-         Estoy llevando a Di a Arx, el parto acaba de comenzar
Giulian gimió internamente y se preguntó si aquella noche no iba a terminar nunca, pero no tuvo ocasión de decir nada, porque fue arrastrado por su mujer en dirección a Arx.
Como en el caso de su primer parto, en esta ocasión apenas si llegaron con tiempo y poco después de que Sam y Giulian llegaron, Danny salía con una gran sonrisa y un pequeño bulto en brazos. Sam no necesitó que le dijesen qué había sido, porque por la emoción de su hermano, sabía que era una niña. Después de dos terribles y angustiantes días, y una noche agotadora, el nuevo día comenzaba con la alegría de darle la bienvenida al mundo a Denielig Zaig Douglas McKenzie.

En otra dimensión, se encontraban reunidos, FJÖRGYN  y LUGH, a los pocos minutos se les unió NJÖRD, y por último llegó AEGIR.
-         ¿Ustedes también lo sintieron?  -- preguntó FJÖRGYN
-         Imposible no hacerlo --  dijo AEGIR  --  Una gran inestabilidad en la energía y todas las aguas se agitaron.
-         Los vientos del Norte, del Sur, del Este y el Oeste, colisionaron  --  agregó NJÖRD– y las psiquis de los humanos se vieron afectadas de diferentes maneras.
-         Sí  -- volvió  a hablar FJÖRGYN  -- hubo un intenso sismo en el interior de la tierra, que tendrá sus manifestaciones en el exterior dentro de poco.
-         En breve las ideas de violencia de mentes desquiciadas, comenzarán a cobrar víctimas. Debemos prevenir a La Heredera  --  concluyó LUGH   -- Liminiades, ve por ella.
Sam se alegró de acompañar a Liminiades, ya que desde el secuestro de Aelig no había tenido oportunidad de agradecerle a los elementales su ayuda, pero no hubo tiempo para eso, ya que la noticia que le dieron opacaba cualquier otra cosa que hubiera pretendido decir. De modo que cuando regresó a su casa, aunque tenía intención de informar a todos sobre lo que le habían dicho, decidió esperar a que pasase la noche de año nuevo. Los señores de los elementos le dijeron que de momento nada se podía hacer, salvo estar alerta, de modo que no vio motivos para amargarles la velada.
Sin embargo, la velada resultaría igualmente amarga aunque por otras razones. Los McKenzie, es decir, Anne y Peter los habían invitado a todos a pasar esa noche en su casa, y aunque Sam no tenía ningún deseo de hacerlo, en vista del trato que había recibido por parte de Anastasia, entendiendo que la considerase a ella y a su familia culpables de lo sucedió a Aelig, y no queriendo incomodar a la chica con su presencia, en principio se había negado, algo que por lo que Giulian se alegraba en forma desmedida aunque secretamente. Sin embargo, la insistencia del matrimonio fue tanta que Sam terminó por aceptar para gran consternación de Giulian.
La velada había transcurrido en forma relativamente normal, si se tenía en cuenta que estaban presentes todos los niños, y no precisamente en sana paz. Danny hacía su mejor esfuerzo por mantener a raya a Dreo y a los gemelos, y aunque contaba con la ayuda de sus hermanos para ello, el problema radicaba en que ellos no podían hacer magia y aquellos pequeños demonios parecían poder controlarla a su antojo.
Freddy pasó la mayor vergüenza de su vida cuando intentó detener a Dreo y éste sin ninguna consideración destrozó las ropas del chico dejándolo casi completamente desnudo en medio del salón, y el casi era un eufemismo, porque en realidad los trozos de tela a los que quedó reducido su atuendo, no cubrían absolutamente nada. De modo que Danny se apresuró a reparar el daño, con lo que Dreo tuvo tiempo de sobra para volcar la mesa de centro que era su objetivo ya que Vladimir y Eurielle estaban escondidos bajo ella, y los trozos de madera y de cristal volaron en todas direcciones.
En el caso de los gemelos, estos dos peligrosos individuos perseguían a Derian y a Darien, que posiblemente aunque nadie lo sabía, les habrían hecho una de las suyas, lo cierto fue que casi les dieron alcance al final de las escaleras, pero viendo que no iban a poder llegar hasta ellos, una columna de fuego se alzó alrededor de los gemelos Cornwall. Daira lanzó un grito y Amy y Aderyn se apresuraron a extinguir las llamas, pero ya Darien y Derian habían saltado por encima de la balaustrada, aterrizando limpiamente al lado de su madre.
La próxima víctima fue Nathaniel. El chico jugaba pacíficamente con unos tacos y como cosa extraña, Eurielle que normalmente andaba tras los gemelos Cornwall, se había sentado al lado de Nat y éste se había avenido a jugar con ella. Pero esto resultó en directo perjuicio para el pobre Nat, ya que cuando los gemelos notaron la ausencia de Eurielle y la vieron con él, se fueron derechos hacia ellos y aparte de arrasar con lo que fuese estuviese intentando construir Nat con los tacos, empezó a ser cubierto por una enredadera que crecía a una velocidad impresionante, esto había sido obra de Darien, mientras que Derian había sujetado la mano de Eurielle y se la llevaba de allí. En esta ocasión quien resolvió el desastre fue Giulian, liberando a Nat de la planta que amenazaba con asfixiarlo.
Lyserid, que no se distinguía por su tranquilidad y antes de aprender a caminar ya le había destrozado medio salón a Anne, parecía decidida a seguir en su política de destrozos, y mientras Peter intentaba mantener una conversación medianamente normal con Iván en medio de aquel caos, vio con horror que su pequeña nieta se estaba trepando con una agilidad impresionante a una estantería repleta de los adornos que a Anne le gustaba coleccionar.
-         ¡Lyserid!  --  exclamó el hombre
Pero antes de que nadie pudiese hacer nada, ya la niña había tirado todo un tramo de cristalería. Iván reaccionó y corrió a  detener a su nieta, y se preguntó por enésima vez, cuál era la fascinación de ella por hacerle la vida miserable a Anne, porque era evidente que todo cuanto hacía era con el deliberado propósito de fastidiarla.
Los tres angelitos mayores, es decir, Brendan, Elijah y Lizzy estaban teóricamente más tranquilos de lo habitual, aunque Mael no dejaba de vigilarlos con atención al mismo tiempo que andaba tras las trillizas, ya que aquellas pequeñas personitas a pesar de que acababan de cumplir un año, eran tan inquietas como sus hermanos. David, el hermano de Danny, se había unido a Mael en su cruzada por mantener a las trillizas fuera de problemas, pero con su buena intención lo que hizo fue ganarse la mala voluntad de Ian y de Ethan que pronto comenzaron a hacerle toda clase de maldades, especialmente cuando vieron que alzaba en brazos a Gemdariel. Con Mael la tuvieron más difícil porque era demasiado rápido para ellos aunque no por eso dejaron de intentarlo.
En aquella oportunidad y habiendo aprendido de ocasiones anteriores, decidieron que los niños comiesen primero. Cuidar que la comida terminase en donde se suponía debía terminar, en lugar de volando en todas direcciones, era una tarea  difícil tratándose de diecinueve niños especialmente inclinados en su mayoría, a empeñarse en lo contrario. Elijah y Brendan habían visto a Aelig e inmediatamente una mirada maligna apareció en sus ojos, pero ésta fue captada por Sam quien frustró sus planes fuesen estos los que fueren.
-         Ustedes dos dejen a Aelig tranquila  -- les dijo acercándose a ellos por detrás
-         No pensábamos hacerle nada mami  --  dijo Elijah en tono ofendido
Pero como Sam no confiaba para nada en esas palabras, sujetó el mentón de cada uno y les volvió las cabecitas. La mirada de Brendan era decididamente culpable, mientras que la de Elijah era impenetrable pero sus ojos que habitualmente al mirar a su madre adquirían el color de los de ella, en esta ocasión seguían siendo dos brillantes esmeraldas, claro indicativo de sus nada honestas intensiones.
-         Escúchenme, Aelig lo pasó muy mal recientemente, así que ambos van a prometerme no hacerle absolutamente nada
-         Sí mami  --  dijo Brendan en forma inmediata, mientras que Elijah parecía estar manteniendo un conflicto interno
-         ¿Elijah?
-         De acuerdo madre
-         Mírame  --  le ordenó ella, y finalmente el chico terminó por claudicar
-         Te lo prometo mamá
Más tranquila y sabiendo que no faltarían a su promesa, fue a ayudar a Giulian en quien los gemelos ya habían practicado su puntería con maravillosos resultados. Pero si Sam se había ocupado de que sus dos hijos no le hiciesen nada a Aelig, no fue el caso de Lizzy que viendo la impotencia de sus habituales cómplices y antes de que nadie lo notase bañó a Aelig con salsa salpicando también a Kenny. Jonathan que había estado ayudando a su hermano con Iker mientras Anastasia se ocupaba de Arianell, se dirigió hacia su hija con muy mala cara, pero no pudo avanzar mucho, porque enseguida Brendan y Elijah hicieron barrera para impedirle llegar hasta ella.
-         Ustedes dos…
-         No vas a hacerle nada tío  --  lo interrumpió Brendan, pero Jonathan también podía ser muy terco y estiró el brazo para sujetar a Lizzy, aunque su intensión no era hacerle ningún daño por supuesto
-         Yo en tu lugar no haría eso padrino  --  dijo Elijah en tono peligroso y una mirada más peligrosa aun
Jonathan era terco pero no estúpido, de modo que retiró prudentemente la mano y miró a su hija que lo miraba a su vez por encima del hombro de Brendan, que era quien tenía los brazos abiertos impidiéndole moverse.
-         Sabes que lo que hiciste está mal ¿no?  --  y ella asintió  --  Bien, espero que te disculpes con tu prima
-         Sí papi  --  dijo ella
Y aunque él sabía que eso estaba lejos de suceder, se dio por satisfecho alejándose mientras era seguido por las miradas de los niños que no volvieron a sus lugares hasta que él no estuvo lo bastante lejos. Un momento después Mael hacía esfuerzos porque Gamariel comiese algo y dejara de lanzarle trozos de pan y de cuanta cosa se le ponía por delante a los gemelos Douglas, cuando sintió una mirada y levantó la vista. Giró la cabeza hasta encontrarse con los ojos de Lizzy.
-         ¿Sucede algo señorita Elizabeth?
-         No  --  contestó la niña
Mael asintió y volvió a concentrarse en su objetivo, pero seguía teniendo la sensación de que algo le sucedía a la niña, y unos segundos después sintió más que vio que algo volaba en su dirección. A pesar de que no vio qué lo había golpeado ni quien lo había lanzado, tenía muy pocas dudas de que había sido Lizzy, porque cuando miró a la niña tenía la vista fija en su plato pero una sonrisa maligna dibujada en sus labios, y esto quedó confirmado cuando Giulian que estaba a pocos pasos aun peleando con los gemelos, lo miró con sonrisa burlona.
-         Parece que ya no te quiere tanto  --  dijo riendo en forma perversa
Más tarde y cuando ya habían logrado sobrevivir a la cena de los niños, y éstos habían sido enviados arriba y puestos al cuidado de los desventurados nissers, Jonathan hablaba con Giulian y con Mael.
-         Nos han acusado de ser una desgracia para la Orden, pero creo que en el futuro realmente conocerán el verdadero significado de desgracia  --  dijo mientras aun intentaba quitarse los restos de comida de encima
-         Bueno ciertamente no a mí,  eso es terreno McKenzie, Douglas y Cornwall  --  dijo Mael
-         ¿Ah sí?  --  preguntó Jonathan  --  Si piensas eso, te sugiero fijarte bien en tu hijo, porque sin duda ese peligroso muchachito colocará el apellido Berserker a la cabeza de la lista
-         No digas estupideces Jonathan
-         Pues yo estoy de acuerdo con Jonathan  --  dijo Giulian  --  yo personalmente he sufrido las consecuencias de contrariar a Elijah, de modo que puedo dar fe de lo muy mal que podría irle al infeliz que se atraviese en su camino.

Mael los miró mal a ambos, pero ya Anne les estaba metiendo prisa para que pasasen al comedor, y si pensaban que les había ido mal con los niños, la cena de los adultos no resultaría mucho más agradable.

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