Sam apareció en una zona boscosa e inmediatamente advirtió que estaba
inadecuadamente vestida para aquello. Estaba en medio de una nevada moderada,
pero había varios centímetros de nieve donde se habían enterrado sus piernas y
el frío era inclemente. Sacó su Athame y generando algo de luz en medio de
aquella densa oscuridad, dio un vistazo a su alrededor buscando con
desesperación a Mael. Sin embargo, la niebla era tan espesa que dejaba ver muy
poco y lo primero que sus ojos identificaron fue una gran cantidad de cuerpos
esparcidos por el lugar con flechas clavadas casi todas en las cabezas. Comenzó
a moverse entre ellos, pero para empeorar una situación ya muy mala, escuchó un
gruñido nada tranquilizador y al elevar la cabeza, por un momento le pareció
ver varios pares de ojos amarillentos fijos en ella. Lo primero que pensó era
que no tenía tiempo para aquello, e indiferente al posible peligro que podía
estar corriendo, siguió avanzando entre la estela de cadáveres. Sin embargo,
unos segundos después y para su mayor horror, Elijah apareció a su lado.
Inicialmente se negó a creer lo que estaba viendo, pero el niño sujetó su mano
con firmeza.
-
No tengas miedo mami, no te harán
daño
-
Elijah…
-
Ven, es por aquí --
dijo con la mayor seguridad
Aun asombrada y aterrorizada a partes iguales, Sam se dejó guiar por su
hijo. Suprimió la luz de su Athame ya que Elijah no la necesitaba para
orientarse y por el contrario hería sus ojos. Unos segundos después Elijah se
detuvo, pero si él podía ver ciertamente Sam no.
-
Aquí mami, aquí está --
ella sabía que era cierto porque lo había sentido, pero no podía ver
bien
-
Cielo necesito luz, cierra los ojos
un momento
Volvió a hacer luz con su Athame, y se sintió de nuevo horrorizada. Mael
estaba tirado en el piso, parcialmente cubierto de nieve, pero Sam vio que
varias flechas lo habían alcanzado y estaba rodeado de un charco de sangre
congelada. Se arrodilló a su lado para comprobar su estado, y soltó el aliento
al asegurarse de que al menos aun respiraba. Pero antes de hacer nada, escuchó
el ruido lejano de voces.
Los Arzhaelíes habían aparecido en el sitio indicado por Garlan y Jonathan,
pero al igual que Sam se encontraron en medio de una nevada, con una oscuridad
opresiva y se les hacía difícil avanzar entre la nieve. Generaron luz con sus
Athames o Gwialens, pero la misma parecía no poder penetrar la espesa niebla, y
escucharon que alguien profería una maldición.
-
¡Giulian! --
escucharon la voz de Dan
-
Aquí
-- respondió él a unos pasos
-
Necesitamos que nos guíes
-
No podré hacerlo si no suprimen la
maldita luz -- dijo él
Todos lo hicieron y pudieron avanzar con algo más de seguridad guiados por
Giulian. Sin embargo no habían avanzado mucho cuando…
-
¡Por todos los cielos! ¡No es posible! --
dijo Giulian con incredulidad
Ante la expresión, los Arzhaelíes volvieron a hacer luz y entendieron el
por qué del asombro en su voz al ver la
masacre a su alrededor.
-
¡Demonios! --
exclamó Danny
-
Esto no pudo haberlo hecho él
solo --
dijo Elar
-
Dices eso porque no lo has visto
manejar el arco -- dijo Alaric
-
Pero mira a tu alrededor --
escucharon decir a Daira con la misma incredulidad
-
Créanme señora McKenzie, es capaz de
esto y mucho más, y sin duda fue él porque éstas son sus flechas --
dijo Jonathan agachándose al lado de un Uzky y extrayendo una del cuerpo
inerte
-
Eso no es lo importante ahora --
dijo Iván con apremio -- Tenemos que encontrarlo
-
¡McEwan! --
dijo Armel
-
Estoy en ello --
contestó el Arzhaelí -- Están cerca, la Niña …
Pero antes de que pudiese completar la frase, Kenny lanzó una maldición y
escucharon la orden perentoria de Alaric.
-
¡Supriman las luces!
-
¡Protéjanse! --
escucharon la voz de Jonathan casi al mismo tiempo
Sin esperar o pararse a preguntar por qué, todos obedecieron y acto seguido
escucharon el silbar de las flechas en el aire. A partir de ahí, todo se volvió
una locura. Los más hábiles con el arco eran Alaric, Dan, Danny y Jonathan, ya
que en el caso del último, había adquirido una admirable destreza después de
pasar casi un año al lado de Mael en aquellos peligrosos parajes, y a pesar de
la oscuridad, la misma quedó demostrada en cuanto comenzaron a dar rápida
cuenta de sus atacantes. Los demás lo tenían más difícil porque aparte de que
la única forma de acertar era valiéndose de la poca luz generada desde el
centro de sus arcos, debían ser muy
rápidos tanto para disparar como para moverse, ya que la luz alertaba a los
Uzkys de su posición.
Giulian y Garlan ambos por separado, pensaron aproximadamente de la misma
forma y la urgencia por encontrar a Samantha y a Mael los indujo a actuar de
forma diferente a los demás.
-
¡Cornwall! --
gritó Garlan
-
¿Qué?
-
¡No tenemos tiempo para esto!
-
¡Ya lo sé, con un demonio!
-
¡Ubícalos y mandémoslos al infierno!
-
¿Qué crees que estoy haciendo
infeliz?
-
¡Pues date prisa, tenemos que llegar
hasta la Niña , porque por si no lo has notado, va a
congelarse!
Giulian había estado pensando exactamente el mismo asunto y eso lo tenía
enfermo. Unos segundos después.
-
¡A las dos de tu reloj y a unos trescientos
metros aproximadamente! -- dijo Giulian a Garlan que permanecía a su
lado
-
Bien ¡Ahora!
-
¡ILD BRENNE!
-- lanzaron ambos con la mayor
violencia
Los que estaban a unos pasos de ellos se sorprendieron al ver las voraces
llamas que estaban consumiendo a varios Uzkys que apenas si tuvieron ocasión de
lanzar un grito antes de caer envueltos en ellas. Repitieron la operación un
par de veces más, y gracias a ello y a la efectiva actuación de los arqueros,
terminaron con el asunto en tiempo record, pudiendo dedicarse a ubicar a Sam y
a Mael.
-
¿Estás bien? -- le
preguntó Daira a Kenny
-
Sí, solo se clavó en mi bota
-
Bien, por aquí --
dijo Garlan
Sam había escuchado el ruido lejano de voces y un momento después vio el
destello de las llamas, por lo que no tuvo dudas de que los demás habían
llegado. De modo que volvió su atención a Mael, levantó con cuidado su cabeza y
la colocó sobre sus piernas, y aunque tuvo la intención de despertarlo luego lo
pensó mejor porque no sabía en que condiciones estaba, y quizá era mejor que
estuviese inconsciente. Sin embargo, vio que sus párpados se movían como si
intentase abrir los ojos y en efecto lo hizo.
-
Nena…
-
No te esfuerces, vamos a sacarte de
aquí --
él pareció que iba a decir algo pero solo giró la mirada hacia Elijah,
de modo que Sam se apresuró a explicar
-- Mael no sé cómo…
-
No te preocupes Nena… él… va a estar
bien
-
No hables Mael --
dijo ella con angustia al sentir la debilidad de su voz
-
Yo también… voy a… --
pero no completó la frase porque perdió el sentido
Sam tenía verdadera urgencia porque Iván o Daria llegasen y determinaran si
era seguro trasladarlo. De modo que intentó comunicarse con sus hermanos, pero
en ese momento escuchó las voces a pocos pasos y antes de poder hacer nada,
Elijah se movió con rapidez.
-
G por aquí -- dijo el niño en cuanto localizó a Giulian
-
¡Elijah! -- fue
la exclamación casi general, pero nadie se detuvo y lo siguieron
Iván y Daira se precipitaron hacia donde estaban Sam y Mael, y a Iván le
dolió el corazón al ver el estado en el que se encontraba. No obstante, él y
Daira efectuaron un rápido chequeo mientras Giulian cubría a Sam a quien le
castañeteaban los dientes.
-
Podemos trasladarlo --
dijo Iván
-
Pero con sumo cuidado --
agregó Daira y él asintió
-
¡Armel! --
llamó Iván
-
Aquí
-- dijo el Arzhaelí
-
Ayúdame, tenemos que hacerlo con…
-
No te preocupes ya escuché, tú y yo
nos haremos cargo -- lo interrumpió
Armel lo sujetó por debajo de los brazos e Iván por las piernas.
-
Directo al hospital --
dijo Daira y se desaparecieron
Giulian sujetó a su vez a Sam, mientras que Dan alzaba a Elijah y
desaparecían también. En cuanto llegaron al hospital corrieron hacia el área de
emergencias, y aunque Sam se disponía a entrar dos Läkares la sujetaron
impidiéndole avanzar, algo que podía ser un pésimo asunto por varios motivos.
El primero que interponerse en su camino en el estado en el que se encontraba,
era sumamente peligroso para la propia salud. Segundo, ponerle las manos encima
a Samantha Cornwall en presencia de Giulian, era un boleto seguro al infierno.
Y a todo esto vino a sumarse un factor inesperado que hizo innecesario que
Samantha actuase de forma violenta.
-
¡Quítenle las manos de encima a mi
mujer! -- tronó Giulian apuntándolos con su Athame
Y de no haber sido por la rapidez de
Jonathan podría haberles ido muy mal a los dos sujetos. Sin embargo, los dos
Läkares aún sujetaban a Sam cuando Elijah se soltó de los brazos del
sorprendido Dan, y saltó al lado de su
madre.
-
Déjenla pasar --
dijo el niño con voz pausada pero desusadamente fría y amenazante en un
crío de su edad
Nadie supo finalmente qué fue lo que hizo a los Läkares soltar a Sam, si la
amenaza de Giulian o la peligrosa mirada de aquellos pequeños ojos esmeralda,
que además parecían estar gritando que haría pedazos al que se interpusiera. Lo
cierto fue que los individuos se hicieron a un lado y Sam pudo pasar.
-
Ven aquí cariño --
dijo Amy acercándose a Elijah
-- Creo que es mejor que vayamos
a casa
Elijah entrecerró los ojos y miró a Amy sin decir nada pero con una clara
advertencia en ellos. Giulian que de los presentes era el que mayor cantidad de
aquellas miradas había recibido cuando Elijah no quería hacer algo, le habría
aconsejado a Amy no seguir por ese camino, pero eso no fue necesario, porque un
segundo después Elijah elevó una ceja en forma idéntica a su madre y Amy miró a
Dan.
-
Yo no
-- dijo éste con rapidez,
ganándose una mirada asesina de su mujer
-
Amy, creo que debemos esperar a saber
algo antes de llevarlo a casa --
dijo Elar sensatamente
Garlan, Alaric y Armel, los primeros más que el segundo, ya estaban
acostumbrados a la particularidad de los miembros de aquellas familias fuesen
grandes o pequeños, pero aun así los tres se estaban preguntando cómo demonios
había aparecido un pequeño niño de escasos cuatro años, en el lugar de los
hechos incluso antes que ellos. No obstante, aquel no era el mejor momento para
hacer preguntas, de modo que guardaron silencio y se dedicaron a esperar
noticias.
Cuando Samantha entró a la sala donde atendían a Mael, se sintió terrible,
porque aunque sabía que estaba muy herido, la oscuridad del lugar de donde
venían no le había permitido ver con exactitud la magnitud de los daños. De
manera que ahora, al verlo tendido en la camilla mientras Iván, Daira y otro
Läkare extraían con cuidado las flechas, sintió casi un dolor físico. Se acercó
y se colocó a la altura de su cabeza para no estorbar el trabajo de los demás,
pero se alarmó mucho al tocar su frente.
-
¡Está ardiendo Iván!
-
Lo sé linda -- dijo él sin dejar de atender lo que
hacía --
pero primero debemos extraer las flechas para cerrar las heridas y que
deje de perder sangre.
Sin embargo, aquello no tranquilizaba a Sam, porque la fiebre en Mael era
un claro indicativo de mucha gravedad. Concentró toda su energía en ir cerrando
las heridas de donde los demás iban extrayendo las flechas, de modo que cuando
ellos finalizaron, ya las heridas estaban cerradas. Le limpiaron la
sangre, lo cubrieron y le administraron
un antídoto.
-
No podemos hacer nada más por el
momento -- le dijo Iván
-
Pero sigue con mucha fiebre
-
Hay que esperar que el veneno salga
de su sistema Sam -- le dijo Daira
-- Va a estar bien, pero debemos
tener paciencia
-
Ahora vamos a pasarlo a una
habitación para que esté más cómodo
-- agregó Iván
Los Arzhaelíes se precipitaron hacia la puerta en cuanto ésta se abrió,
pero se apartaron al ver que sacaban la camilla, y mientras Iván iba con él,
Daira se detuvo a dar las explicaciones.
-
Aun está delicado pero va a
mejorar -- les dijo
-- Su licantropía ya es una
protección, pero aparte de ella cuenta con la inmunidad que ya conocemos, lo
que es una doble ventaja porque tenía alrededor de veinte flechas en el cuerpo,
y suponemos que tuvo más por la cantidad de heridas que tenía, pero debió
extraérselas él mismo. De modo que la cantidad de veneno que entró en su
torrente sanguíneo fue tremendamente elevada, otro individuo probablemente
habría muerto.
-
Pero dijiste que va a estar bien
¿no? --
dijo Elar angustiada
-
Sí, pero no hay modo de detener el
proceso de intoxicación, así que debemos tener paciencia
Danny sintió que un frío recorría su espina dorsal al recordar lo que
sufrió Mael cuando se sometió a la prueba del veneno, y solo esperaba que en
esta ocasión no tuviese que pasar por lo mismo.
-
Lo mejor que pueden hacer es irse a
casa --
sugirió Daira -- Iván y yo…
-
Yo no voy a ninguna parte -- la
interrumpió Sam
Todos sabían que era inútil discutir con ella, de modo que nadie lo hizo y
tampoco dijeron nada cuando Elijah avanzó y dándole la mano a su madre, se
encaminaron hacia la habitación a donde habían llevado a Mael.
Alaric, Garlan, Kenny y Armel se marcharon al igual que Amy y Dan con una
muy preocupada Elar que no quería hacerlo hasta que Iván la convenció de que
era lo mejor. Aderyn tampoco quería irse, pero Gail le dijo que debía hacerlo
por los niños y para que tranquilizase a Diandra que no había parado de enviar
mensajes. De modo que finalmente se habían quedado aparte de Iván y Daira,
Danny, Gail, Jonathan y Giulian.
En algún momento de la madrugada, Iván entró a la habitación a comprobar el
estado de Mael, y vio a Sam sentada al lado de la cama abrazando a Elijah que
se sentaba en sus piernas, mientras unas silenciosas lágrimas se deslizaban por
sus mejillas. Él sabía cómo debía estar sintiéndose, porque al no haber querido
moverse de allí, había sido testigo de todo el proceso y eso la estaba matando.
-
No llores más mami -- le
estaba diciendo Elijah al mismo tiempo que intentaba secar las lágrimas de su
madre --
A papi no le gusta verte triste, ni a mí tampoco. Papi va a estar bien
¿verdad abuelo? -- preguntó el niño mirando a Iván y Sam giró la
cabeza porque no lo había escuchado entrar
-
Así es, solo debemos esperar un
poco --
le contestó colocando una mano sobre el hombro de Sam --
Pero tú también deberías dormir un rato
-- dijo mirando a Elijah -- No
es necesario que vayas a casa, puedes hacerlo aquí --
agregó
Por las buenas y en general, Elijah era un chico obediente, de modo que le
dio un beso a su madre, se bajó de su regazo y caminó hacia un mueble que había
en la habitación, acomodándose en él. Iván revisó a Mael y después de comprobar
que todo marchaba correctamente y luego de acercarse a Elijah para cubrirlo con
una manta, le dio un beso a Sam en la frente, pero no insistió en la inútil
recomendación de que descansase y abandonó la habitación.
Un rato después, Mael se movió y Sam se levantó de la silla acercándose a
la cama. Pasó su mano por la frente del chico y él abrió los ojos.
-
Hola extraño -- le
dijo
-
Hola Nena --
contestó él intentando una sonrisa
-
¿Cómo te sientes?
-
Bien
-- mintió con descaro
Ella sabía que le estaba mintiendo y no discutió con él, pero por mucho
esfuerzo que hizo, no pudo evitar que las lágrimas escapasen de sus ojos. Mael
elevó su mano e intentó limpiarlas, lo que la hizo sentirse aun peor recordando
lo que había dicho Elijah.
-
Sabes que voy a estar bien, no llores por favor
-
¿Por qué estabas allí solo Mael?
-
Es mi trabajo Nena, pero a veces las
cosas no salen como se planean
-
¿Por qué no pediste ayuda?
-
No tuve tiempo
-
Pudiste haber… --
pero no logró completar la frase y él sujetó su mano
-
Sabía que irían Nena, porque no he
olvidado que a todos nosotros nos une un lazo muy especial, y aun suponiendo
que eso hubiese fallado, mi último pensamiento fue para ti
-
Pero pudimos habernos tardado, y tú
estabas allí herido, solo…
-
Nena
-- la interrumpió él -- no
tardaron nada, y no estaba solo, nuestro hijo estaba conmigo -- Sam
mostró su sorpresa, porque asumía que Elijah había llegado junto con ellos y no
que estuviese allí desde… ¿cuándo?
-- Llegó solo un poco antes que
tú --
dijo él interrumpiendo sus pensamientos
Aquella era una habilidad que aparte de Iván, solo había exhibido Mael.
Normalmente ella podía ocultar con éxito sus pensamientos, incluso a Iván si
así lo deseaba, y solo en poquísimas oportunidades durante sus entrenamientos,
Armel había logrado quebrar la barrera. Lo que Sam ignoraba, era que lo que
hacía Mael, distaba mucho de ser la habilidad propia de los que manejan con
éxito el control mental, su comunicación era a un nivel diferente, que si bien
podía traducirse posteriormente en palabras, inicialmente era una cuestión de
sentimiento. Todo esto se lo había explicado el elemental que visitó a Mael,
cuando él se mostró curioso a este respecto.
-
Nena
-- dijo apretando su mano -- hay
algo que quiero que sepas
-
Dime
-
Cierra los ojos y déjame guiarte
Sam lo dudo por un momento teniendo en cuenta la debilidad de él, pero lo
miró a los ojos y la seguridad de siempre estaba allí. De modo que sonrió y
asintió. Mael suprimió cualquier barrera natural o impuesta a su mente, y la
dejó entrar en ella.
Samantha de pronto se vio en un lugar impreciso, pero que se parecía mucho
a los dominios de Aine, pero dejó de
fijarse en el lugar o la compañía de Mael y prestó atención a lo que decían.
-
Tu comunicación con ella puede decirse que es igual a la que tienes con los
miembros de tu especie, más que mental es sensitiva, las que se comunican no
son sus mentes, sino sus energías, y eso es algo reservado solo a aquellas que
están indefectiblemente unidas más allá del espacio y del tiempo.
-
Es decir, que no es porque la ame ¿no? Porque se supone que…
-
El amor suele manifestarse de diferentes formas, pero siempre es amor, y
sí, siempre vas a amarla, solo que no de la misma forma que lo habías percibido
hasta hace poco, pero ese amor siempre estará allí, porque el amor es algo indestructible.
-
¿Indestructible? ¿Acaso no puede dejarse de amar? ¿Acaso no desaparece
nunca?
-
No, no puede desaparecer, porque el amor no es un traje que puedas desechar
si ya no te vine bien. El amor es una energía, y la energía no es susceptible a
ser destruida, solo puede ser transformada.
-
Pero si por ejemplo lo que un día fue amor se transforma en odio, eso
equivaldría en teoría a que sí puede destruirse ¿no? Porque si deja de ser amor
para convertirse en odio, entonces…
-
No -- lo interrumpió el elemental --
estás confundiendo las cosas, porque en principio estás hablando de dos
energías diferentes, independientes entre sí y no excluyentes. El amor hace
parte de la energía positiva, mientras que el odio es energía negativa, pero
ambas pueden manifestarse con la misma intensidad e incluso al mismo tiempo.
Pensar que el amor se ha transformado en odio es un error, lo que puede suceder
es que la balanza se incline más a un lado que a otro, y eso va a depender del
grado de evolución de consciencia de cada quien. Mientras menos evolución tiene
una energía, más fácil será que sea absorbida por la negatividad.
-
Entonces y en conclusión, siempre voy a amarla --
dijo con cierto grado de tristeza, porque pensaba que eso estaba
resuelto
-
Así es, pero puedes hacerlo de otra forma ¿o es que has olvidado lo que te
fue concedido? Tu grado de evolución es alto, y lo habrías logrado por tus
propios medios, tal vez habrías demorado un poco más, pero lo habrías hecho.
Sin embargo, el universo decidió poner a tu servicio el beneficio de que esa
transformación tuviese lugar con mayor celeridad, para ahorrarte sufrimiento
-
Y estoy agradecido por ello, solo temo que ella se entere en algún momento
y que sufra por ello. No quiero que se sienta culpable, ni que…
-
Nadie es responsable por los sentimientos de otro, y no puedes ni debes
intervenir en ello. Es una evidencia de caridad, humanidad y compasión, el
preocuparse por el sufrimiento de los semejantes, pero en ningún caso puedes
atribuirte la responsabilidad, sufrir es una decisión.
-
¿Cómo? -- preguntó Mael en franco desacuerdo, porque en
ocasiones era algo inevitable, eran muchas las cosas que causaban dolor en la
vida
-
Por supuesto -- estuvo de acuerdo el elemental --
pero depende de cada quien cómo afrontar el dolor, si hacer algo
positivo con ello, o dejarse consumir por los sentimientos negativos, haciendo
que su energía se debilite.
-
Pero entonces…
-
Entonces no debes preocuparte, ella es una energía evolucionada también, a
pesar de su juventud, y está recibiendo los conocimientos que se albergan a
disposición de todos aquellos que quieran acceder a ellos, en la memoria
universal y compartida. Es posible que al ser consciente de algo que ignoraba,
esto la afecte porque te ama tanto como tú a ella, pero luego entenderá y tú
puedes ayudarla sí así lo deseas. Lo importante y lo que debes tener presente,
es que ustedes han estado, están y estarán unidos por siempre.
Sam sintió la presión en su mano y abrió los ojos de los que se escapaban
las lágrimas, solo que en esta ocasión no eran de dolor, sino de una inmensa
gratitud.
-
No tenemos que sufrir por esto Nena,
sé que me amas igual que yo a ti, porque hemos estado, estamos y estaremos
unidos por siempre.
Y ella sabía que era cierto, porque aunque amaba y estaba muy unida a sus
padres, hermanos, hijos y a Giulian, ahora entendía que lo que la unía a Mael
era algo que estaba mucho más allá de la comprensión, algo que no podía ser
tasado o medido, pero tan real e indestructible que permanecería inconmovible a
través de todos los tiempos.
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