LMA 4

LMA 4
Una nueva batalla se acerca, el conocimiento de una antigua profecía que amenaza con acabar su mundo tal y como lo conocen, sumada a un antiguo legado de poder, son los protagonistas de esta nueva historia… acompáñenme a descubrir cómo harán frente nuestros valientes Arzhaelíes a esta nueva aventura con la ayuda de... Los Cinco Elementos

viernes, 28 de noviembre de 2014

Cap. 11 En Casa…



Cuando los primeros rayos de sol del nuevo día se filtraron por la ventana, Mael abrió los ojos y vio unos idénticos a los suyos que lo miraban con atención. Iba a saludar a Elijah pero él se llevó un dedo a los labios y le hizo señas. Mael volvió la cabeza y vio la de Sam recostada en la cama, se había quedado dormida allí. Con sumo cuidado posó su mano sobre ella justo en el momento que entraban Iván y Daira, y ella abrió los ojos al escuchar la puerta.

-          Buenos días los saludó Iván  --  mientras se acercaba a la cama  --  ¿Cómo te sientes?

-          Bien, de hecho creo…

-          De hecho vas a quedarte exactamente donde estás señor Berserker  --  lo interrumpió Daira

-          Daira sabes que…

-          Lo único que sé, es que te encontramos medio muerto, que tenías una enorme cantidad de veneno en tus venas y que nos diste un susto de muerte

Pero en cuanto Daira finalizó, todos se sorprendieron porque escucharon reír a Elijah, de modo que las cabezas se giraron.

-          Creo que mejor te quedas tranquilo papi, porque mi padrino dice que es mal asunto hacer enojar a la señora McKenzie

Iván pensó que definitivamente por muy tranquilo que fuese Elijah, cuando se trataba de fastidiar a alguien no podía negar su sangre Douglas, y si por añadidura sufría la influencia de Giulian, el asunto podía tornarse realmente catastrófico para su blanco. Sin embargo, mientras él estaba sintiendo pena por Jonathan porque aquello sin duda iba a costarle caro, Sam y Mael estaban riendo con descaro.

-          De acuerdo, le haremos caso a tu padrino entonces y así no tendremos que lamentarnos  --  dijo Mael

-          Muy graciosos ustedes, pero…

-          ¿Peleando tan temprano señora McKenzie?  --  escucharon la voz del susodicho

-          ¡Jonathan McKernzie, eres un…!

-          Wow, wow  --  la detuvo él  --  ¿Qué pude haber hecho? Solo fui a casa a bañarme y tengo de testigos a mis hijas, así que…

-          ¿Tus hijas? Aunque una apenas si habla, ambas mentirían por ti desvergonzado  --  dijo ella mientras él reía

-          Vamos, lo que sucede es que ellas saben que soy muy bueno, y…

-          ¡Tú no eres bueno ni dormido!

-          Reconozco que despierto soy infinitamente mejor, pero…

Daira lo apartó en forma poco delicada y abandonó la habitación mientras Sam, Elijah y Mael reían y Jonathan miraba el lugar por el que acababa de desaparecer su mujer.

-          ¿Jonathan, puedes decirme cuál es tu fascinación por amargarle la existencia?  --  preguntó Iván

-          En primer lugar en realidad no he hecho nada, al menos que yo sepa, y segundo pues… no sé, es que se ve linda cuando está furiosa

Sam y Mael soltaron la carcajada, mientras Iván se llevaba la mano a la cabeza y pensaba que definitivamente aquel sujeto estaba loco, y no era que eso fuese una gran novedad, pero sin duda el día menos pensado Daira iba a quitarle su estúpida cabeza. Después de eso comprobó cómo iba el proceso de desintoxicación de Mael y se sintió satisfecho, realmente él chico mejoraba a una velocidad impresionante.

-          Si prometes que te quedarás en la cama al menos un día más, te dejaré volver a casa en la tarde

-          Te lo prometo papá

Iván experimentó una sensación de calidez como cada vez que Mael lo llamaba de aquel modo, de manera que sonrió, le alborotó el cabello y luego miró a Elijah.

-          ¿Me acompañas a desayunar?

-          Claro abuelo, pero mami tampoco ha comido  --  sin embargo,  Iván la conocía lo suficiente como para saber que no se movería de allí

-          ¿Te parece bien si le traemos algo?

-          De acuerdo  --  dijo el chico

De modo que Iván lo alzó en brazos y abandonaron la habitación.

-          Nena deberías ir a casa, ya escuchaste que podré salir en la tarde, así que…

-          Así que tendrás que soportar mi compañía hasta entonces

Mael se limitó a sonreír, primero porque no podía imaginar una mejor compañía, y segundo, porque sabía que si a Sam no se le antojaba, ya podía él decir lo que quisiese que ella no se movería de allí. Después que Iván salió, entraron Gail, Danny y Giulian, y Mael tuvo que soportar la sesión de bromas de ellos durante el resto de la mañana.

Diandra y Aderyn llegaron hacia las diez de la mañana en compañía de Dan, Amy y Elar, y todos se mostraron muy contentos de verlo mejor. Alaric y Armel fueron un poco más tarde y por último aparecieron Eowaz y Garlan. A los pocos minutos de haber llegado Eowaz, los que estaban en la habitación la abandonaron para que ellos pudiesen hablar.

Tal y como lo había prometido, hacia el final de la tarde, Iván anunció que se marchaban a casa, de modo que Sam salió para que Mael se vistiese, y cuando estuvo listo marcharon de vuelta a casa.

Una vez que lo dejó instalado en su habitación, se disponía a ir a ver a los niños cuando casi fue derribada por ellos, porque cuando se dirigía a la puerta, ésta se abrió en forma violenta y entraron en tropel los gemelos, Brendan y los visitantes habituales, es decir, Dreo, Vladimir y Lizzy.

-          ¡Padrino!  --  exclamó Brendan

-          ¡Hey!  --  dijo él cuando el chico se subió a la cama  --  ¿Cómo estás campeón?

-          ¿Dónde estabas?  -- preguntó el chico  --  Te perdiste el cumple de los gemelos

-          Qué trágico  --  dijo Mael en tono irónico

-          Niños con cuidado  --  advirtió Sam al ver que ya todos se habían subido a la cama

-          Tranquila Nena, estoy bien  --  pero en ese momento Lizzy le estaba sujetando el rostro para que la mirase

-          Hola  --  lo saludó

-          ¿Cómo está usted señorita Elizabeth? ¿Ya aprendió a comportarse en la mesa?

-          Creo que no  --  dijo ella después de pensarlo un poco  --  Eli siempre se enoja conmigo

-          Lizzy  --  dijo Elijah en tono de advertencia

-          ¿Lo ves? Ya va a reñirme de nuevo y no he hecho nada

Mael rió y luego se fijó  en dos pares de ojos violeta que lo miraban con atención. A pesar de que los gemelos eran pequeños aun y llevaban alrededor de seis meses sin ver a  Mael, parecían recordarlo muy bien. Pero si Mael creía que no era así estaba en un error, porque aquellos pequeños individuos habían demostrado en su corta vida, que tenían una enorme capacidad para almacenar información, esos pequeños cerebros recordaban cualquier cosa que viesen o escuchasen aunque solo fuese una vez.

-          Gracias padrino  --  dijo Darien, salvándolo de tener que preguntar quién era quién

-          ¿Por qué?

-          Por nuestros regalos de cumpleaños

-          ¡Ah, pues me alegra que les hayan gustado!  --  y luego miró a los otros dos terremotos  --  ¿Y ustedes siguen acampando aquí un día sí y otro también?

-          Nos gusta estar aquí tío  --  dijo Dreo

-          Eso no tienes que jurármelo  --  dijo sonriendo  --  Pero aquí me falta gente

-          Las trillizas aun no andan por allí causando estropicios

-          ¿Y Nathaniel?

-          Leyendo seguro  --  dijo Derian

-          ¿Leyendo? Tiene solo algo más de… ¿un año?  --  exclamó sorprendido

-          Bueno, él cree que lee  --  dijo Dreo ahogando la risa

Después de unos minutos más de alboroto, Sam logró sacar a los niños de la habitación para que Mael descansase como era debido, aunque él había dicho que no lo molestaban. Sin embargo, cuando Sam se descuidó, los niños volvieron a entrar y no juzgaron oportuno marcharse hasta la hora de la cena.

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